25 de noviembre de 2015
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El último rey de Escocia nos trae ante nuestros ojos la sangrienta década del 70 en Uganda, país que por aquellos años fue gobernado por el dictador Idi Amin.
Su director, Kevin Macdonald, nos presenta al particular Amin a través de los ojos del dr. Nicholas Gallahan interpretado por el siempre soso James McAvoy. Por aquellos años un Gallahan recién recibido decidió ir a probar suerte de medico fronterizo a Uganda, donde al poco tiempo conocería a su flamante presidente Idi Amin (Whitaker). Rápidamente Amin y Gallahan entablaron una gran relación, a tal punto que Amin lo nombraría su médico personal y al poco tiempo se convertiría en su asesor de confianza y mano derecha.
Por un buen tiempo Gallahan ignoro el régimen tirano de Amin, en parte por su obnubilación hacia el presidente y en parte por la comodidad y los beneficios que tenia al ser el ladero de Amin. Cuando decidió abrir los ojos y ver la realidad de lo que ocurría a su alrededor ya era tarde para volver atrás.
El último rey de Escocia es un film irregular, cuyo principal aliciente es ver al gran Forest Whitaker interpretando al despiadado Idi Amin, labor por la que gano todo premio que se le puso por delante incluyendo el Globo de Oro en Drama, el SAG, el Bafta y el codiciado Oscar. Whitaker logra mostrar a Amin de una forma notable, pasando de payaso a tirano con solo un gesto o una mirada.
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