Esta secuela de Dungeons & Dragons se deriva de la película anterior tratando de mostrar otro enfoque. La película cuenta con un tono más oscuro y maduro. Bruce Payne regreso de nuevo esta vez como villano principal, dando a entender que aunque esta es una nueva historia, forma parte del universo de la película anterior. Lo correcto fue poner a Payne como el antagonista principal, lo cual fue una mejora para su personaje. Se podría ser que en aspecto visual llega a ser una película decente, pero al ser un proyecto de bajo presupuesto, tiene sus limitaciones. La historia es buena, pero tiene un ritmo algo lento. La película anterior tenía un cierto encanto por su pinta de película retro, pero el nuevo enfoque que se quiso dar aquí fue como para tratar de alejarse bastante de la primera película por la mala aceptación que tuvo. Los efectos digitales usados no son mejores o peores que los de la primera película. Son lo que uno esperaría de una película hecha para la televisión o el formato casero. No es una secuela muy buena que logre superar a su predecesora, pero en ciertos aspectos parece compensar un poco lo que algunos esperaban de una película de Dungeons & Dragons. Mi calificación final para esta película es un 7/10.