La película está llena de personajes rabiosamente tópicos, pero con esas particularidades mínimas que les hacen únicos; y es que, en el fondo todos somos tópicos con nuestras pequeñas cositas.
Justin Long interpreta a ese chico infravalorado por su madre que no tiene ni la mas remota idea de hacia donde va, mientras siente que se va estancando en un trabajo, que en principio solo debia ser para una temporadita. Nos pasa a todos.
La actitud de las chicas, realista hasta no poder mas.
Ese jefe inoperante, esos ligues entre compañeros, esa actitud despectiva de espaldas a los malvados clientes... al ser comedia nadie la tomará en serio, es lo malo de este mundo en el que si quieres hacer cine social, tienes que intentar aburrir.
Recomiendo quedarse hasta el final de los créditos.
Si nunca has trabajado en un ambiente amistoso con tus compañeros, o de cara al público; seguramente no te creas nada de lo que ves y te resulte absurda, pero todo lo que muestra nos ha pasado antes o después.
Malcriticar esta pelicula es muy facil y comodo.