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Voto de Reverendo Wilson:
8
Drama. Romance Claudia es una camarera de 28 años no muy dispuesta a casarse con su novio Michael y formar una familia. Cuando un día regresa al pueblo costero en el que vive su antiguo novio, Charlie, la joven se siente totalmente confusa y su monótona vida empezará a tambalearse. (FILMAFFINITY)
25 de septiembre de 2008
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"No Looking Back" es para su director Edward Burns el paso a la madurez creativa, lanzando un claro mensaje a una generación concreta, dejándolo ya bastante claro con el título de la cinta.

La película retrata a una clase media en un pueblo donde aparentemente nunca pasa nada, este es uno de los grandes aciertos, porque el lugar donde Burns envuelve la acción (preciosas imágenes de calles lluviosas y playas desiertas incluyendo el paseo marítimo de Asbury Park en New Jersey) es como un protagonista más y lo utiliza para retratar los corazones adormecidos que conviven en esa bonita pequeña ciudad. El conjunto de personajes están bien conectados entre sí, típico grupo de clase trabajadora que al acabar la jornada se va a la cervecería de turno a hablar del duro día o de sus preocupaciones amorosas.

Y es que esta película gustará mucho a los fans de Bruce Springsteen, no solo porque utiliza algunos temas suyos y de su mujer Patti Scialfa, sino que la acción parece sacada directamente de una de sus canciones. Personajes trabajadores que pelean por el día a día, el bar, las cervezas, la gasolinera, los coches... incluso ese Edward Burns que va a buscar su amor para sacarlo de esa "ciudad de perdedores".

Muchos de los actores cumplen (aunque Edward Burns debería dirigirse así mismo mejor) y Lauren Holly se come la pantalla cada vez que aparece y eso le viene fenomenal a la película, porque la trama se apoya totalmente en su personaje. El ritmo de la película es lento pero perfecto, lo que demuestra que el Burns sabe muy bien como contar sus historias. Si en sus dos anteriores cintas lo hacía a golpe de gag, aquí prefiere la elegancia del diálogo y la postal cinematógrafica.

Mención a parte merece la BSO del film. El score de Joe Delia ambienta perfectamente las imágenes, pero el gran acierto es la elección de las canciones, sobretodo porque parecen retratar a la misma generación que comentaba antes a la que va destinada el mensaje de la película, siendo esas canciones las favoritas del interesante conjunto de personajes que envuelven a este gran film.
Reverendo Wilson
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