Media votos
6,0
Votos
5
Críticas
4
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Señora Azul:
2
5,6
69.828
Fantástico. Comedia. Acción
Hancock (Will Smith), una especie de héroe bastante impopular, se siente insatisfecho, atormentado e incomprendido. Con sus acciones heroicas, consigue salvar muchas vidas, pero, al mismo tiempo, provoca auténticas catástrofes. Aunque, en general, la población le está agradecida, la mayoría de los habitantes de Los Ángeles no puede soportarlo. Un día en que le salva la vida a Ray Embrey (Jason Bateman), un alto ejecutivo de una empresa ... [+]
12 de diciembre de 2008
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, no "cumple". Porque todos vimos los anuncios, y la idea estaba bien, y podría haber dado para mucho.
Podría haber sido una reflexión más o menos inteligente o sesuda acerca de la conflictiva relación entre el arquetipo del (súper) héroe y el conjunto de una sociedad por cuya seguridad se desvive, pero de la cual por su propia condición está forzosamente excluido, y que le mira con una mezcla de fascinación y desconfianza, adoración y envidia. Podría profundizar en el asunto de la identidad secreta (con esas connotaciones travestis, fetichistas, escabrosillas) reflejo acaso del doble rasero por el cual es juzgado. Podría indagar en el conflicto que supone imponer la ley y al mismo tiempo mantenerse fuera de la misma (hasta podría, qué coño, introducir alguna referencia política respecto a esto... o a igual eso ya es pedir demasiado). Podría mostrar el reverso tenebroso de la teoría boy scout de Peter Parker sobre el poder y la responsabilidad, mostrando a un individuo desgarrado, atormentado por... bueno, por todo eso. Ah, eso hubiera sido la leche.
Podría haber sido una parodia del “género de superhéroes” con un héroe borrachín y cafre que, fiel al espíritu holywoodiense, se redimiría a sí mismo salvando de paso la ciudad que antes lo odiaba en un enfrentamiento contra las fuerzas del mal que en el fondo (tal y como atestiguaría algún plano de Will Smith con cara compungida sobre las ruinas de lo que sus superpoderes no pudieron salvar por culpa del whisky y de la barba de tres días) no sería sino un reflejo del enfrentamiento interno del propio personaje con sus demonios. Y oye, tampoco hubiera estado mal. Nos echábamos unas risas, y siempre nos quedará Batman. Y en realidad durante la primera parte de la película (y durante el tráiler) parecía que por ahí iban los tiros...
Podría, por lo menos, tener un supervillano como dios manda. Porque el malo este... en fin. Para la secuela, me imagino.
Pues nada, tú. No es nada de eso. ¿Y qué es lo que es? Nos vemos abajo...
Podría haber sido una reflexión más o menos inteligente o sesuda acerca de la conflictiva relación entre el arquetipo del (súper) héroe y el conjunto de una sociedad por cuya seguridad se desvive, pero de la cual por su propia condición está forzosamente excluido, y que le mira con una mezcla de fascinación y desconfianza, adoración y envidia. Podría profundizar en el asunto de la identidad secreta (con esas connotaciones travestis, fetichistas, escabrosillas) reflejo acaso del doble rasero por el cual es juzgado. Podría indagar en el conflicto que supone imponer la ley y al mismo tiempo mantenerse fuera de la misma (hasta podría, qué coño, introducir alguna referencia política respecto a esto... o a igual eso ya es pedir demasiado). Podría mostrar el reverso tenebroso de la teoría boy scout de Peter Parker sobre el poder y la responsabilidad, mostrando a un individuo desgarrado, atormentado por... bueno, por todo eso. Ah, eso hubiera sido la leche.
Podría haber sido una parodia del “género de superhéroes” con un héroe borrachín y cafre que, fiel al espíritu holywoodiense, se redimiría a sí mismo salvando de paso la ciudad que antes lo odiaba en un enfrentamiento contra las fuerzas del mal que en el fondo (tal y como atestiguaría algún plano de Will Smith con cara compungida sobre las ruinas de lo que sus superpoderes no pudieron salvar por culpa del whisky y de la barba de tres días) no sería sino un reflejo del enfrentamiento interno del propio personaje con sus demonios. Y oye, tampoco hubiera estado mal. Nos echábamos unas risas, y siempre nos quedará Batman. Y en realidad durante la primera parte de la película (y durante el tráiler) parecía que por ahí iban los tiros...
Podría, por lo menos, tener un supervillano como dios manda. Porque el malo este... en fin. Para la secuela, me imagino.
Pues nada, tú. No es nada de eso. ¿Y qué es lo que es? Nos vemos abajo...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Todo iba muy bien (decentemente, al menos) y de repente Charlize Theron es superhéroa, también. Y dices, “Eh, vaya. Esto no me lo esperaba”. Y a partir de ahí el guión se vuelve una tontería sin sentido: si nos acercamos, ay, nos hacemos vulnerables, porque nos anulamos el uno al otro de tanto que nos queremos, o qué se yo que chorrada similar. Es una película completamente distinta no sólo de la del principio, sino también de la que nos vendieron. Y eso me jode.
Más mierda:
-Ray. El publicista tonto del culo de puro ingenuo del corazoncito. El tipo de personaje que hace que a uno le entren ganas de hacerse mujaidín.
El malo del garfio. Los garfios vuelven a sus portadores inevitablemente malvados. De pena.
-Los chistes: “capullo”, “culo”. Ajajaja...
Más mierda:
-Ray. El publicista tonto del culo de puro ingenuo del corazoncito. El tipo de personaje que hace que a uno le entren ganas de hacerse mujaidín.
El malo del garfio. Los garfios vuelven a sus portadores inevitablemente malvados. De pena.
-Los chistes: “capullo”, “culo”. Ajajaja...