Buen papel de Maisie Williams, sin apenas apuros, encarnando a la adolescente Casey víctima de 'cyberbullying'. Cuando se junta la falta de conocimiento, la falta de empatía y un plano social mediatizado por el descontrol y la crueldad, nos encontramos con una red salvaje, Internet, donde las personas dan rienda suelta a su deseo de ser validados y al deseo de destruir con comentarios despiadados.

La trama transcurre en el cuarto de Casey, manteniendo un ritmo ligero. Casey se enfrenta a un conflicto para el que no está preparada y avanzamos con ella descubriendo los motivaciones de los protagonistas. Huelga elogiar la brevedad de la película (1 hora) para adentrarnos en un rato de terror psicológico nada ficticio a día de hoy.
Nuestras acciones, buenas o malas, conllevan todo tipo de consecuencias y eso se traslada también a Internet. Por ello, precisamos una mayor concienciación sobre los peligros de Internet, haciendo saber que a menudo las personas pueden tomar venganza de maneras inesperadas y que confiar en nuestros seres queridos nos puede ayudar a evitar las coacciones,las suplantaciones de identidad y en definitiva, cualquier ataque virtual.