Haz click aquí para copiar la URL
España España · Euskopucelano en Madrid
Voto de Toma Primera:
3
Drama Oskar Schell, un niño precoz de once años, es inventor, diseñador de joyas, astrofísico y pacifista. Tras la muerte de su padre en los atentados del 11 de septiembre de 2001, Oskar encuentra un misterioso sobre con una llave y se lanza a la búsqueda de la cerradura que esa llave puede abrir. (FILMAFFINITY)
18 de febrero de 2012
85 de 112 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver cómo empiezo sin que me da la risa floja... porque menuda historieta nos traen aquí.

Esto va de un niño que encuentra una llave de su padre recientemente fallecido. El chavalín se pone a buscar qué es lo que abre esa llave, pero no solo en su casa, si no por toda la ciudad, ya que tiene una pista para encontrarlo: un apellido, Black. Así que se dedica a ir a visitar a todos los Black de Nueva York (unos pocos). Para ello, como es niño un poco especialito que no usa transportes públicos, puentes o ascensores por miedo, se prepara una mochila de supervivencia, con prismáticos, mapas, móvil, diario de búsqueda (?), máscara de gas (??) y, lo más importante… una pandereta. ¡Una pandereta! Y eso que no es Navidad ni se está preparando para ser tuno ni nada. Así que allá va el niño por toda la ciudad haciendo sonar la pandereta de los cojones, y la gente ni se inmuta a su paso. Hasta le abren las puertas de sus casas y le dejan que les haga preguntas más bien impertinentes.
Porque el niño no es solo rarito y miedoso, también es repelente, sabelotodo, maleducado y se porta como un auténtico capullo con su madre. Una joya.

Por si lo anterior (un argumento bastante estúpido, más un protagonista detestable) no es suficiente para echar atrás a los espectadores, aún no he hablado de lo peor de la película... su intento de conmover al espectador a toda costa y descaradamente: padre muerto en una de las Torres Gemelas el 11-S, pobre madre sufriendo los desprecios de su hijo y la pérdida del marido, abuelo que no habla porque está traumatizado por algo, señora a la que ha dejado su marido… y niño que sufre muchísimo porque su padre ya no está, que se siente poco querido por su madre y que para colmo, se autolesiona.
Grandioso. Conmovedor. Qué triste todo. Dentro de unos años la pondrán en Antena 3 los domingos después de comer.

Su único punto positivo son las actuaciones. Más que nada, porque Tom Hanks no aparece demasiado en pantalla. Lo poco que sale da vergüenza ajena (sobre todo cuando se encoge de hombros para indicar que no sabe lo que lo pregunta el niño). El resto de actores cumple. Thomas Horn, el niño protagonista, hace lo que puede con semejante papel y tiene alguna escena muy destacable (como cuando se confiesa con Jeffrey Wright). Sandra Bullock está correcta, bastante creíble. Aunque el mejor es Max Von Sydow, muy expresivo y sacando el máximo partido a su mirada y sus gestos faciales.

En fin, no sé qué tal está el libro en el que se basa la peli, pero ésta es una tontería que cuenta una mínima anécdota o poco más que eso. Y encima intentando hacer llorar al espectador como sea, con un protagonista que probablemente sea uno de los peores personajes infantiles que se ha visto en el cine.
Puede que esté mal decirlo así pero… con un buen par de guantazos de la Bullock al crío, éste se habría tranquilizado un poco y se hubiera evitado todo el lío… y no nos habrían hecho perder el tiempo con esta absurda historia...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Toma Primera
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow