Desconocido filme de aventuras, en el que los tripulantes de un helicóptero accidentado han de sobrevivir en un oculto valle en la Antártida, anclado en la era Mesozoica, con vegetación y, sobretodo, fauna ad-hoc, con ganas de comérselos.

Una de las teorias conspiranoicas más populares es la existencia de una tierra hueca llena de vida a la que se accede por entradas desde el Ártico y la Antártida, y que el almirante Byrd, explorador del ejército de los USA, había descubierto durante sus vuelos exploratorios o en las misiones que organizó con la Armada estadounidense al acabar la WWII. Esta teoría provenía del libro The Worlds Beyond the Poles, escrito por el escritor italiano F. Amadeo Giannini y publicado el mismo año que este filme, donde se exponía estas teorias conspiranoicas sin prueba alguna y afirmaba que en febrero de 1947, Byrd, en uno de sus vuelos, había hallado la entrada a un mundo subterráneo.

Casualidad temporal o no, el filme muestra, de manera modesta, esta teoría, aunque reduciéndola a un solo valle. El guión es demasido ramplón y poco ambicioso, demasiado acomodaticio y lleno de tópicos, lo que impide que esta película pueda devenir en un filme de culto. Podrian ser victimas de un naufragio o gente perdida en un desierto, no se explota en demasía el concepto "fuera del tiempo" de los peligros. Diálogos patateros, la consabida historia romántica, previsible y aburrida y poco más. No son exploradores, son náufragos. Sobreviven, no investigan.

Hay dinosaurios, pero pocos. Para su representación usan las tres técnicas típicas de los filmes de aquella época: bichos vivos con objetivos macro - en este caso dragones de Komodo- un señor disfrazado de Tiranosaurio Rex andando con pasitos cortos como si fuese Godzilla y el stop-motion para un dinosaurio acuático. Asimismo, construyen un amplio decorado, con vegetación, lagunas, pozas burbujeantes y una caverna, y combinan, mediante superposición, una maqueta del lugar, como plano general del exótico valle. Hay que decir, que pese a su carencias presupuestarias, el apartado técnico es más que aceptable.

Pero al filme le falta algo. recuerdo los cómics de la Marvel sobre Ka-Zar, enmarcados también en ese mundo interior antártico. Ahí si había imaginación. En el filme, sin embargo, le falta fantasía y aventura. Aunque se puede ver.