Porque sea baratito no tiene porque ser malo. Cuando se tienen ideas y una historia aceptable, te puede salir un producto de interés, como es el caso. Nos situamos en un mundo post-apocalíptico, causado por un virus informático que se apoderará de una empresa con tecnología puntera para transformar a personas en cyborgs y con ellos exterminará al 99 % de la población. Y estamos en el día después, con los pocos supervivientes. Un mundo que claramente se basa en el de John Connor en "Terminator", con quién comparte también el genocidio y los cyborgs asesinos despiadados. Por otro lado tendremos acciones de combate de los escasos supervivientes para rescatar a una persona importante para acabar con el virus, y este rescate recuerda poderosamente las escenas de los marines coloniales de "Aliens: el regreso", donde los cyborgs pasarán a ser los aliens y perseguir con saña letal a los pobres soldados por los pasillos, estancias con mala iluminación y la ventilación. Y lo veremos en varias acciones. El director, con los pocos medios, recrea de manera notable ese ambiente de mal rollo en el interior de los complejos en los que se adentran los soldados y donde se enfrentarán a unos cyborgs sádicos y gores, con sierras dentadas, hachas y demás armamento mortal. Un diseño de los cyborgs de videojuego de terror.

La historia está bien llevada. Te olvidas que el filme es barato porque es tremendamente dinámico y entretenido. La base humana es cutre y con cuatro construcciones y tiendas ¡Y qué! Es muy similar en medios al primer "Terminator", que eran escasos pero muy imaginativos. También picotea en otros filmes, como es "Asesinos cibernéticos" cuando se adentran en la base de los malos.

Esta película, que no llega al filme de Cameron, sin embargo, es un buen producto de serie Z, con unos actores muy entregados, en especial la Evangeline Lilly de Hacendado que es Eve Mauro y el Tal Rocky Myers. Es una película seria, nada paródica. Y se ve bien si te gusta el género.