Esta novela que duró casi dos años es protagonizado por Miguel Varoni y hace un papel bastante ridículo en la que debe afrontar una incomoda situación en la que se enamoró de su gran amor, y a la vez, se volvió confidente empecinado en lo que quiere las mujeres la doctora Paula.

Para ser un tumbalocas debió aprender como debe conquistar chicas, pero no faltaban unas cuantas mentiras para atraerlas. La pinta que tenia y su locuaz de decir y actuar eran bastante boleta que a más de uno se irritaba.

Cuando se habla del amor, Pedro le puede colaborar con los miembros de una familia y sus amigos así los resultados no son 100% garantizados. Me imagino que así se acostumbra a hacer levantes a una mujer o será que los tiempos cambiaron.

El loro que le faltaba al pico, es con el rescate de la casi olvidada canción bailable de la década de los sesenta compuesta por Calixto Ochoa (Q.E.P.D.) e interpretada por la extinta banda los Golden Boys llamada el pirulino con el baile y la sonrisa de oreja a oreja.

Para completar la alargaron estúpidamente y con unas escenas reforzadas para seguirle sacando el jugo seguía dándole palo a lo que se le venia en el camino.

Otra cosa que no me gustó es la banda sonora de la telenovela en la que Juan Luis Guerra interpreta en su bachata la hormiguita ya que no tenia coherencia en lo que se desarrollaba la novela como tal.

Lo que me queda por decir, es que ya le hicieron una segunda parte que se llama como Pedro por su casa que, menos mal, no pegó por lo trillado y el agotamiento de la creatividad. Como si fuera poco, ya le hicieron reencauche en México con Yo amo a Juan querendón y ya sabemos su predecible resultado. Así las cosas, lo que manda hoy en día, es lo chabacano confundiendo con lo popular y así se obtiene el éxito deseado. Ojala me equivoque, pero esta novela tragicómica se ha hecho metástasis con otros productos perdiendo la poca gracia que hay por ver en la televisión hoy en día.