Chen Kaige lleva años viviendo a la sombra de "Adiós a mi concubina", la que quizá sea su película más perfecta a nivel técnico, si bien prefiero otras más humildes como "Together". El caso es que con Mei Lanfang intentó regresar al estilo de su obra más aclamada, con un drama de época de grandiosa factura y notable puesta en escena, arropada por una buena BSO, moldeando dos horas y media de thriller de época en el que asistimos, primero, a un duelo entre dos actores de la ópera y posteriormente se centra en uno de ellos, el que da nombre al film, considerado uno de los personajes emblemáticos de China. Kaige ya lo advertía en sus ruedas de prensa "la historia de 'Concubina' era ficción, ésta es real'" Como aclaración está bien, pero no como excusa para que haya tan poco dinamismo en una historia que la pedía a gritos.

Mei Lanfang cumple con creces en los aspectos tecnicos: Kaige dirige de maravilla, la dirección artística es portentosa, al igual que la fotografía. El problema es la historia, que recoge durante la primera hora el duelo de actores y que es, de lejos, lo más interesante. Con un buen ritmo, se nos muestra cómo la ópera de la época necesito evolucionar para seguir adelante. Lo que viene a posteriori es el retrato de una vida como otra cualquiera, al menos en el film, si bien recurriendo a cualquier enciclopedia encontraremos el personaje de Lanfang bastante más interesante de lo que Kaige nos cuenta en su film.

Su alargado metraje tampoco llega a hacerse, digamos, pesado. Simplemente se nota que se le escapa de las manos el personaje que quiere presentar y que, desde luego, más le valdría volver a las historias pequeñas que a las superproducciones. Con "The Promise" también dejaba esta sensación, claro que allí ni siquiera contaba con unos actores realmente potentes que sacasen adelante la historia. Aquí, afortunadamente, sí: Leon Lai y Zhang Ziyi cumplen perfectamente sus roles, siendo la mayor sorpresa un joven Shaoqun Yu, que interpreta con solvencia al adolescente Lanfang, cantando e interpretando a la vez con una fuerza desgarradora. China ha seleccionado el film para representarles en los Oscar, quizá buscando una segunda oportunidad tras "Adiós a mi concubina". Dudo que el intento les salga bien, pues este relato de época es sólo parcialmente épico y está claramente desaprovechado.