Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Caith_Sith:
8
Drama París, 1899. L'Apollonide es un elegante prostíbulo en el que la madame es dueña absoluta de las meretrices, pues los gastos de éstas exceden a sus ingresos, y están en deuda con el local que las explota. Las prostitutas además se enfrentan a numerosos problemas: embarazos, opio y clientes violentos. En uno de los casos más trágicos, un hombre desfigura el rostro de una de las prostitutas. La cicatriz resultante dibuja en su cara una ... [+]
19 de noviembre de 2011
32 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha habido infinidad de películas sobre la prostitución ya desde los primeros años del cine, siendo de hecho un tema que han tocado algunos de los mejores directores (Fellini, Scorsese, Mizoguchi, Wilder, Godard, Borzage, etc.) con resultados, en estos casos, sumamente positivos. Afortunadamente también ha habido todo tipo de acercamientos a esta profesión pero rara vez se ha visto uno tan pasional como el que muestra "L'apollonide" de Bertrand Bonello, quien nos traslada a un burdel entre los años 1899-1900 para narrarnos la historia de varias mujeres de compañía que allí conviven. Lo que hace la película distintiva es inicialmente su factura, perfecta, con una recreación cuidada de la época, pero poco a poco esto queda como complemento y lo que verdaderamente cobra fuerza es el retrato de los personajes, el tiempo que se toma para desarrollarlos y la potentísima labor del realizador a la hora de llevar a cabo la planificación de las secuencias.

Con un (perfecto) tono contemplativo, se nos muestra con suma naturalidad la forma en que trabajan e interactuan entre ellas y con sus clientes, e incluso sus aspiraciones; vemos además el inicio de una de ellas y cómo la profesión pierde su sentido de exquisitez en apenas un año que supone algo tan importante como un cambio de siglo. "L'apollonide", interpretada de forma soberbia por un reparto en estado de gracia, cuenta ademas "una" historia sin dar muestras de cansancio en sus dos horas de metraje, implica al espectador a pesar de su aparente frialdad y consigue inquietar cuando se lo propone, e incluso emocionar, escapando con una facilidad asombrosa de cualquier caída hacia el lado del melodrama. Recuerda en cierto sentido al soberbio episodio de las máscaras de "Eyes Wide Shut" pero tiene voz propia y se convierte en una de las mejores películas de la (a fecha de publicación de la crítica) recién iniciada edición 49 del Festival de Cine de Gijón.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow