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Voto de antonalva:
8
Drama. Romance Johnny Saxby es un joven granjero de Yorkshire que intenta evadirse de sus problemas con el alcohol y el sexo. Cuando llega al pueblo un inmigrante rumano para trabajar en la cría de ovejas, su visión de la vida cambiará de forma radical. (FILMAFFINITY)
26 de noviembre de 2017
53 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás nosotros – los instruidos, prepotentes y atolondrados urbanitas – estemos habituados a llamar a cada cosa por su nombre, a estar advertidos y de vuelta de todo, a pensar que la vida es sencilla y que todos tenemos la posibilidad (¡y el derecho!) de elegir nuestro futuro. Quizás no nos demos cuenta que hay tantos impedimentos y condicionantes en la existencia de cada cual que casi nunca es ni natural ni frecuente que tengamos la autonomía de tomar cualquier camino que se nos antoje. Nos debemos a nuestros familiares, a nuestros vínculos afectivos, a nuestra estirpe, a nuestro terruño, a nuestros semejantes e, incluso, a nuestros prejuicios. Las ataduras que impiden escoger lo que nos venga en gana son más feroces y rocosas de lo que sospecharse o enumerarse puedan.

Los hilos invisibles que nos atan y amordazan semejan grilletes indestructibles y tenaces que nos asfixian sin matarnos, que nos oprimen sin percibirlo, que nos paralizan sin sospecharlo, que nos recluyen entre barrotes invisibles y cancerberos insospechados. Salir del cautiverio que nos aprisiona no requiere que cambiemos de lugar o mudemos nuestra naturaleza o nos exiliemos de nuestro entorno y allegados. Sólo nos exige tomar conciencia de lo que somos, tener claro qué es lo que queremos, identificar nuestros sentimientos y respetar nuestros afectos. Pero todo esto se convierte en una quimera cuando nadie nos ha enseñado a cómo vivir, ni adónde mirar, ni con quién sincerarnos ni en quién confiar. Damos palos de ciego, nos destruimos a fuerza de sentirnos inadecuados, diferentes, desechados, ajenos a lo que de verdad nos preocupa: pero somos incapaces de reconocerlo. La libertad no es un lugar recóndito, allende de nosotros mismos, sino una vivencia profunda e íntima que debemos desentrañar paso a paso y con tiento, tanto más fértil si es en compañía de un ser querido que nos enseña a desbrozar el secreto sendero.

Esta ópera prima de Francis Lee nos muestra con delicados trazos – que, sin embargo, rehúyen la mojigatería y el disimulo trasnochado – el doloroso aprendizaje de un joven granjero británico que deambula entre la dipsomanía y el sexo canalla, embrutecido, carente de toda empatía, incapaz de percatarse de sus verdaderas necesidades, esclavizado por su montaraz, chulesco y cruel comportamiento. Gracias a la atención, paciencia y cuidado de un jornalero rumano aprenderá lo que es la ternura, lo que significa el compromiso, lo que representa en nuestras vidas el amor y el ser capaces de mostrar nuestro cariño por las personas que nos importan: una perseverante y profunda revelación que le cambiará todo su ser.

En definitiva, una aquilatada joya que habla de grandes temas sin levantar la voz ni eludir la compasión. Conmovedora.
antonalva
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