Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
5
Comedia Claude y Marie Verneuil, un matrimonio católico y muy conservador, tienen cuatro hijas, a las que han tratado de inculcar sus valores y principios. Sin embargo, las chicas solo les han dado disgustos: la mayor se casó con un musulmán; la segunda, con un judío, y la tercera, con un chino. El matrimonio deposita todas sus esperanzas en la hija menor, esperando que, al menos ella, se case por la iglesia. (FILMAFFINITY)
23 de diciembre de 2014
60 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
El género de la comedia es un terreno siempre atractivo, siempre difícil y siempre agradecido cuando se acierta. Y nos damos cuenta (y echamos en falta) del talento ímprobo de un Billy Wilder, por ejemplo, cuando nos enfrentamos a una descafeinada retahíla de chistes fáciles y previsibles encadenados sin apenas gracia ni arte por un director francés adocenado e insignificante como es Philippe de Chauveron. Tan sin encanto, tan sin sustancia, tan carente de interés que se hace difícil escribir siquiera unas líneas sobre este patético taquillazo, bochornoso atiborre de gracejo insulso y descafeinando sobre las vulgaridades más trilladas de la burguesía gaullista francesa (equivalente a la derecha española, para entendernos).

¿Qué gracia tiene que las cuatro hijas de un acomodado matrimonio se casen con cuatro machos inmaculados de adscripciones culturales dispersas? ¿Qué supuesta chispa tiene apilar tópicos intrascendentes e insípidos sobre judíos, musulmanes, chinos y africanos? ¿Qué nos aporta – sobre la complejidad y variedad de las relaciones humanas – ver retratado a un matrimonio francés cincuentón que se revuelve como gato espachurrado porque sus alocadas hijas padecen un desatino recalcitrante a la hora de casarse? No se aborda ningún problema o dificultad real (¿qué habría pasado si alguna de las hijas hubiera optado por traer a una muy francesa representante de su mismo sexo en vez de encadenar el macho alfa correspondiente de la etnia excéntrica de turno?), no se aborda nada que no sea previsible, chabacano y banal.

Con una premisa tan endeble es difícil urdir algo que tenga el mínimo interés y trascienda sus obvias y notorias limitaciones. Que todos los actores sean bastante buenos y parezcan disfrutar de sus superficiales cometidos hace más llevadera esta fugaz comedia de inmediato olvido. El oficio actoral proporciona un anclaje que el guion desatiende por completo. No hay capacidad de sorpresa alguna, no se pasa en ningún momento de la apenas esbozada sonrisa resignada, no hay desenlace digno de tal nombre, no hay progresión ni dramática ni simpática, no queda sino esperar resignado que el vacuo afán por distraer se cierre cuanto antes para poder pasar a alguna actividad de más provecho o enjundia.

La necesidad de escaparse de la realidad o de reírnos de lo inmediato (donde nos reconocemos o reconocemos situaciones cotidianas) es loable e imprescindible. Pero el exceso de conformismo, la mojigatería, el convencionalismo son pobre urdimbre para una comedia de costumbres. Quizás en vídeo tenga un pase, pero pagando, resulta un gasto innecesario.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow