Se han liberado tantos zombis en la saga “Return of the Living Dead” que uno no puede entender la normalidad que habita en el inicio de cada nueva película. Como si nada hubiera pasado en un mundo devorado al llegar a los títulos de crédito. ¿Reset con un The End? ¿Efecto Raccoon City? ¿La vida de los paletos americanos vale la mitad? En los títulos de crédito finales parece que se lo pasaron estupendamente pero el resultado es una peli de videoclub mala hasta la medula que copia descaradamente a su primera mentora y mezcla con furiosa crueldad bodrística a “Resident Evil” con una película infantil de Club Disney.

En esta cuarta secuela de la inefable saga vemos que se pretende dar una visión más cercana al púber y las espinillas. Al grupo protagonista les falta un hervor pero mantienen cierto espíritu armamentístico por sobrevivir. Digamos que les meten en medio de una guerra sacada del popular videojuego de Capcom con mucha acción y hordas de tropas de elite. La copia es muy notable en todos los aspectos a “Resident Evil” pero elevando el nivel de cutrez a la extremaunción del género.