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Voto de Maldito Bastardo:
6
6,7
20.801
Intriga. Acción. Drama
Frank Horrigan (Clint Eastwood) es un veterano escolta, que conoció tiempos mejores cuando llegó a ser guardaespaldas del Presidente Kennedy. Muchos años después, a punto de retirarse, está atravesando una crisis profesional y personal, pero decide volver al servicio de la Casa Blanca cuando en una investigación rutinaria descubre que un psicópata llamado Mitch Leary (John Malkovich) está amenazando de muerte al Presidente de los ... [+]
20 de mayo de 2006
41 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wolfgang Petersen acertó con un thriller de esencia clasicota allá por 1993. Le ayudó muy mucho el paradigmático guión que le brindó Jeff Maguire recompensado con la nominación al Oscar.
Y es que desde sus títulos de crédito y obertura Maguire desarrolla la trama y el conflicto de su personaje principal (Clint Eastwood) de manera repetitiva y exhaustiva aprovechando cada frase y diálogo. Que su ayudante (Dylan McDermott) repita una y otra vez en su primera aparición "I'm dead" no es coincidencia.
Porque el guión de Maguire es ejemplo de esa cosa llamada economía narrativa. De ir directo al grano sin cagarla a las primeras de cambio y aprovechando todos los recursos que ya tiene de por sí la historia.
El filme se sostiene por el duelo interpretativo de Eastwood y Malkovich, por sus numerosos paralelismos y su aroma clásica. También por contener una estupenda secuencia (la persecución en los tejados) donde se resume la película: el hombre que no sabe si podrá parar la bala elige nuevamente el camino equivocado. ¡Y la vuelve a cagar! Aunque a la tercera va la vencida...
Y es que su problema principal es precisamente su virtud: su esencia de thriller clásico. Nos la sabemos y poco o nada puede sorprendernos en la historia y de sus giros requetevistos: "¡Has matado a mi amigo! ¡A mí compañero! ¡Me mearé sobre tu tumba! ¡Caaaaaaaaaabrón!"
También algunas secuencias restan enteros al filme (ver spoiler) pero la sensación general (me gustó más cuando la vi en el cine en su estreno) es de filme comercial con ritmo que se deja ver, bien escrito y notablemente interpretado.
De esas películas de Hollywood que se echan de menos y se disfrutan sin vomitar. Algo habitual en esta década plagada de thrillers lamentables y chabacanos. Abocados al espectáculo más contundente sin fijarse en los personajes ni el guión.
¿O qué thrillers comerciales de la década de los noventa salvaríamos de la quema?
Y es que desde sus títulos de crédito y obertura Maguire desarrolla la trama y el conflicto de su personaje principal (Clint Eastwood) de manera repetitiva y exhaustiva aprovechando cada frase y diálogo. Que su ayudante (Dylan McDermott) repita una y otra vez en su primera aparición "I'm dead" no es coincidencia.
Porque el guión de Maguire es ejemplo de esa cosa llamada economía narrativa. De ir directo al grano sin cagarla a las primeras de cambio y aprovechando todos los recursos que ya tiene de por sí la historia.
El filme se sostiene por el duelo interpretativo de Eastwood y Malkovich, por sus numerosos paralelismos y su aroma clásica. También por contener una estupenda secuencia (la persecución en los tejados) donde se resume la película: el hombre que no sabe si podrá parar la bala elige nuevamente el camino equivocado. ¡Y la vuelve a cagar! Aunque a la tercera va la vencida...
Y es que su problema principal es precisamente su virtud: su esencia de thriller clásico. Nos la sabemos y poco o nada puede sorprendernos en la historia y de sus giros requetevistos: "¡Has matado a mi amigo! ¡A mí compañero! ¡Me mearé sobre tu tumba! ¡Caaaaaaaaaabrón!"
También algunas secuencias restan enteros al filme (ver spoiler) pero la sensación general (me gustó más cuando la vi en el cine en su estreno) es de filme comercial con ritmo que se deja ver, bien escrito y notablemente interpretado.
De esas películas de Hollywood que se echan de menos y se disfrutan sin vomitar. Algo habitual en esta década plagada de thrillers lamentables y chabacanos. Abocados al espectáculo más contundente sin fijarse en los personajes ni el guión.
¿O qué thrillers comerciales de la década de los noventa salvaríamos de la quema?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Malkovich, el gran asesino, ha fallado. Su plan perfecto ha sufrido un traspiés. ¡No es de Minneapolis! Oh my God!!! Decide cepillarse a una pobre y obsesa americana que vive sola (estupendo recurso de la foto del perro). Pero ¿quién coño deja el perro atado en su propia casa? Además, las roturas de cuellos están filmadas de manera ridícula digna de una comedia negra. ¡Este Petersen!
Llega el clímax del filme. Eastwood se dirige corriendo para evitar el asesinato del presidente con un salto con tirabuzón incluido. La banda sonora de Ennio Morricone se dispara en un crescendo incontrolable. ¡Lo hace! ¡Es nuestro héroe! Pero observamos que tanto trauma de Eastwood por parar la bala y al final lleva un chaleco antibalas que no se quita ni para ducharse.
¡Haciendo trampas! ¡Qué vergüenza! ¡Los héroes americanos no llevan chaleco! ¡Paran las balas con los dientes!
Además que Malkovich disponía de otra bala para rematar la faena, pero el tirabuzón de Eastwood era de diez y digno de ovación...
Llega el clímax del filme. Eastwood se dirige corriendo para evitar el asesinato del presidente con un salto con tirabuzón incluido. La banda sonora de Ennio Morricone se dispara en un crescendo incontrolable. ¡Lo hace! ¡Es nuestro héroe! Pero observamos que tanto trauma de Eastwood por parar la bala y al final lleva un chaleco antibalas que no se quita ni para ducharse.
¡Haciendo trampas! ¡Qué vergüenza! ¡Los héroes americanos no llevan chaleco! ¡Paran las balas con los dientes!
Además que Malkovich disponía de otra bala para rematar la faena, pero el tirabuzón de Eastwood era de diez y digno de ovación...