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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
7
Drama Basada en hechos reales. Una familia burguesa decide desprenderse de todos sus bienes y vivir según una concepción espiritual del mundo, que llevarán hasta las últimas consecuencias... (FILMAFFINITY)
18 de febrero de 2006
160 de 176 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El séptimo continente” fue la primera película de cine de Michael Haneke. Antes había realizado numerosos filmes para televisión. Para entender un poco la filmografía de Haneke habría que saber que estudió filosofía, psicología y teatro en Viena. Posiblemente de aquí radique su estilo tan ásperamente pedante como psicológico que saca de quicio a sus detractores como engancha a sus seguidores. Siempre es el guionista de todos sus filmes y están repletos de metáforas y mensajes para retratar nuestra sociedad.

Dividida en tres episodios, “El séptimo continente” muestra las herramientas que forman parte de su filmografía: uso predominante de planos fijos, escasos movimientos de cámara salvo algunos travellings, insertos de varios segundos de negro en el montaje entre secuencia y secuencia, insertos de noticiarios y grabaciones de video, un ritmo lento y pausado cortando muyo más tarde la toma que cualquier director con una gota de sangre lo haría y utilización exclusivamente de música diegética y silencios.

Desde la presentación de los personajes observamos como Haneke los deshumaniza utilizando planos detalles de los elementos que componen su hogar y su vida cotidiana, pretendiendo dar una visión de la sociedad moderna occidental fría y alienada, incapaz de amar o sentir.

El espectador se hace participe de ese ritmo de vida cíclico y aburrido que forma parte de nuestra sociedad y nosotros mismos, donde lo único que cambia es el color del cepillo de dientes con el paso del tiempo. Tan sólo un plano general onírico de una playa (el séptimo continente) es lo único reconfortante tanto para Georg (Dieter Berner) como para el espectador.

Todo el aburrimiento constante, cotidiano y el retrato de esa desintegración familiar es un mero pretexto para conducirnos al clímax del filme. La familia se da cuenta en una secuencia metafórica que está muerta en vida, del mismo modo que la sociedad que retrata Haneke.

Al igual que Buñuel realizase en la magnífica “El ángel exterminador”, Haneke desconecta y encierra a sus personajes de su modo de vida para mostrar la decadencia de la burguesía y de nuestra sociedad encerrada en sí misma y en su modo de vida.

“El séptimo continente”, primera cinta de la trilogía de la violencia en nuestra sociedad de Haneke, es la mejor y más acertada de las tres. Cine controvertido e inteligente. Un espejo no tan distorsionado y reflejo de una sociedad cada más deshumanizada, sistematizada y cíclica.
Maldito Bastardo
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