En la diminuta Isla de Wight, la adolescente Violet Valenski (maravillosa Elle Fanning) vive humildemente con su madre, trabaja de camarera y sueña con ser cantante. Cuando lleguen a su pueblo los castings para el talent televisivo Teen Spirit, se apuntará para quemar esa papeleta apoyada por el extravagante antiguo cantante de ópera Vlad (Zlatko Buric). Con su fiel compañía, emprenderá un arduo viaje que hará realidad sus fantasías. Superación y esfuerzo personal para cumplir tus sueños. Clásica historia del nadie que se convierte en estrella frente a las adversidades. Una ocasión perfecta para que Elle Fanning luzca todas sus virtudes. Y ella se eleva para la ocasión, pues está excelsa. Actúa de maravilla, como ya sabemos, pero canta y baila al mismo nivel. El filme trufa su metraje de actuaciones musicales con brío, en la que versionan canciones pop actuales con energía, dando el material para un disco atrativo. En lo que a realización se refiere, el filme es competente, con algunas tomas largas potentes a nivel dramático y algún encuadre en movimiento jugoso para la vista. Filme rítmico y motivacional, pero también tierno gracias a la relación de Violet con el divertido Vlad. Una película que ofrece un buen modelo de conducta para espectadores jóvenes con sueños locos por cumplir. Un filme que muestra un nocivo mundo televisivo al que ya estamos demasiado acostumbrados, y que supone una muesca más en el listado de películas en las que Fanning es lo mejor de dicho proyecto.

Si bien Fanning brilla en el núcleo, rodeándola encontramos un panteón de personajes simples y planos. Meras caricaturas y estereotipos varios de ellos, que danzan al son de un guión romo y manido. Exceptuando la de Vlad, ninguna interacción emocional de Violet se siente real. Y aún siendo un filme breve, se siente pesado en tanto el desarrollo va cumpliendo lentamente las etapas que esperas que cumpla, de modo que vas siempre dos pasos por delante. Y el impacto general que deja el filme en el subconsciente se desvanece por completo a las pocas horas del visionado. Vehículo de lucimiento para el primer disco de la imperial Fanning que se ve entretenido, pero nada más.

Automática, simplona y refrescante, Alcanzando tu sueño es un pasatiempo veraniego de música vibrante en el que lo único que permanece es una Elle Fanning llamada a ser patrimonio de la humanidad.