3 de abril de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Como es tradición, la proyección venía acompañada de un corto, en esta ocasión Epistolar. Una pieza de apenas seis minutos consistente en montaje con un plano fijo de un vaso, una moneda y una carta o reflexión narrada en off por el propio Ruiz. Una chorrada simpática quizás pero absolutamente intrascendente. 4,6/10
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?