Media votos
6,3
Votos
4.144
Críticas
880
Listas
176
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Néstor Juez:
5
5,1
4.926
Comedia. Terror. Thriller
Una misteriosa epidemia en forma de locura masiva provoca que los padres ataquen violentamente a sus hijos. Carly y Joshua tratarán de sobrevivir durante tan aciaga jornada, amenazados por unos progenitores que poseen los rasgos de Nicolas Cage y Selma Blair. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2017
22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
A las 22:00, tras la ceremonia de clausura (en la que se premió a Caroline Munro y Jack Taylor con los Nocturnas de honor, a Les affamés con el premio a mejores efectos especiales, a Tragedy Girls con el premio a Mejor guión, los premios a mejor actriz y dirección para Revenge y, decisión polémica entre la audiencia, los premios a mejor actor y película para la extraña Dhogs) se proyectó Mamá y papá/Mom and dad, un thriller gamberro dirigido, esta vez en solitario, por Brian Taylor, que también se vio en Sitges y, cómo casi todo, en Toronto. Brent (Nicolas Cage) es un gris oficinista atrapado en el tedio de su rutina. Kendall (Selma Blair), su mujer, es una enfermera que intenta negar su edad y pérdida de belleza con zumba y maquillaje, dolida de aceptar que ya no es objeto de deseo. Su hijo pequeño es un niño tímido y solitario. Su hija mayor es una adolescente millenial que no aguanta a sus padres y que sólo desea que le den dinero. Ambos hermanos tendrán que unirse frente a la adversidad, durante la tarde de un aciago día en que un virus se propagará, provocando en los padres un ansia irrefrenable para asesinar a sus propios hijos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Una comedia negra gamberra, febril y delirante de gato y ratón, de persecuciones en casa, encierros en sótano e histeria colectiva. Una película de la que, por implicados y por absurda premisa, no cabía esperar ninguna obra maestra, pero sí un divertimento salvaje. Y esto lo consigue, pero sólo en parte. La película es un caos, la mayor representación en pantalla de una manifestación o un atentado. Pero tan sólo un Nicolas Cage desatado y sus muecas se erigen en elemento de algún interés, en un filme inane que se queda a medias en todos los frentes. Ni es lo suficientemente violento, ni divertido, ni su crítica a la institución paterno-filial pasa de la caricatura boba, ni sus diálogos del consciente ridículo. Ruido visual con demasiada construcción de personajes carentes de interés, pobre puesta en escena de la guerra civil y ruido audiovisual, cámara en mano, a raudales. Bien es cierto que una película de estas características es un visionado disfrutable entre una audiencia entregada como esta. Pero no puedo elevar un producto por motivos extracinematográficos. Una chusquez que no puede verse sólo en casa, y que se queda corta desde sus propios parámetros.