Es difícil escoger ya en el abarrotado mundo de las series, pero esta merece una visión. No es todo, ni mucho menos, del drama de los refugiados, pero lo que se deja ver, sobre todo lo que se relaciona con la crisis de Siria (donde no se sabe qué es peor, el régimen de Assad o los llamados rebeldes) está bien traído.
Son cinco historias, con una galería de personajes muy bien dibujados y algunos muy entrañables, como el chaval nigeriano.
Momentos emocionantes y otros un poco metidos con calzador pero que quedan superados por los buenos.
La técnica es la acostumbrada en las series: acabar cada entrega, de 45', con un golpe de efecto. Un recurso muy utilizado pero que funciona... desde las novelas por entregas del siglo XIX.