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Voto de El Extranjero :
2
Drama Una mujer (Susan Sarandon) que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA) decide acabar con su sufrimiento por medio de la eutanasia con la ayuda de su marido. Sin embargo, la decisión trae consigo una serie de conflictos enterrados en el pasado con sus hijas y otros familiares cercanos. Remake de "Stille hjerte", película danesa de 2014. (FILMAFFINITY)

Preestreno: Festival de Toronto 2019.

30 de julio de 2023
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría verse como una revisión de 'El fuego fatuo' adaptada a los tiempos de hoy. Pero todo está pensado para crear polémica y división, buena parte del espectáculo pasa por hacer leña del árbol caído, por remarcar lo evidente, justo igual que en esos interesantísimos concursos de telerrealidad que tanto han aportado a la transparencia a las relaciones humanas. Pero con alevosía, sin tratar de disimular lo más mínimo. Aquí cualquier estupidez, obviedad o salida de tono tiene cabida, siempre y cuando vaya a ofrecer carnaza para el llanto, cuando en una situación de esas características hasta el más adolescente, orgulloso o carente de tacto se guardaría el hacha de guerra para otro momento sobre todo si lo para lo que va a abrir la boca va a ser una bobada (suposición, ya que aún no me he encontrado en una situación similar). Como historia verosímil no tiene un pase, pero es que también se ve pacata y torpe en sus intentos de concienciación, de tratar de hacer ver lo que está bien y lo que está mal, hecho que además la hace volverse insultantemente previsible (como cuando acosan a la moribunda Sarandon al pillar a su marido morreandose con la mejor amiga de ella a un día de la eutanasia, sacando conclusiones de que por eso les deberá de parecer tan bien que 'se vaya' ya, plan maquiavélico total que haría palidecer a 'Misery' o a 'Un ciudadano ejemplar').

Sarandon me parece una excelente actriz y ella es lo (poco) bueno de este barato drama sentimentaloide que tiene la poca decencia de conmover con unos recursos que dan un poco bastante de vergüenza ajena. Es como si con su contenida y calmada interpretación se estuviera resignando/rebelando haber aceptado participar en este subproducto.

Su actitud ante el inminente final me parece la ideal, aceptando el porvenir con naturalidad y gastando chistes de dudosa corrección política (de eso se trata, de que las nuevas generaciones de cristal, criadas en la era de las redes sociales, siendo tan influenciables y maleables, vean a una persona que solamente se expresa con honestidad y franqueza como a un semi-Dios, como a una especie en vías de extinción).

No es cuestión de situarse por encima de nadie, pero para estas cosas es mejor reunirse o tratar con gente espiritualmente afín, una que te va a entender y va a hacer sentirte mejor, en vez a reunir a un círculo familiar que a lo mejor no tiene mal fondo y que desea lo mejor para ti, pero que percibe la vida de una manera demasiado diferente a la tuya, lo cual llevará a la confrontación.

Y a nivel personal, en vez de hacer un circo multitudinario del funesto evento del suicidio, encuentro más diafano el 'marcharse' solo, si realmente se ha tomado la decisión de hacerlo, sin 'molestar' a los demás.
El Extranjero
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