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Voto de Channeldrama :
10
Drama El rey Yeongjo condena a muerte a su propio hijo, el príncipe heredero Sado, a quien no considera apto para gobernar. Debe encerrarse en una caja de madera durante 8 días hasta que muera de asfixia y hambre. (FILMAFFINITY)
25 de septiembre de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de esas películas que he mantenido en mi lista de «tengo que verla», pero que no me animaba a ver porque conozco la triste historia del príncipe heredero que no llegó a reinar y que falleció a los veintisiete años asesinado por su padre. O tal vez debería cambiar «asesinado» por «ejecutado».
El inicio no puede ser más impactante, con el príncipe Sado saliendo de un ataúd y dirigiéndose a los aposentos del rey armado con una espada. Y es imposible despegarse de la pantalla, porque la música con la que inicia te lleva a imaginarte toda serie de cosas.
Creo que es de las pocas películas a las que no puedo ponerle un solo pero. Ni uno solo. Las actuaciones son excelentes, incluso la del pequeño que interpreta a Sado cuando era casi un bebé. Pero, si tuviese que destacar a un actor, ese sería Yoo Ah In. Siempre me ha gustado este chico, porque es capaz de transmitir un sinfín de emociones a través de sus gestos y su mirada, pero es que en esta película está soberbio. Como digo en el título, roza la excelencia. Puedes sentir perfectamente lo que Sado siente cuando su padre se dirige a él y ves su deterioro mental a medida que avanza la película.
Hay que decir que se apega bastante a los hechos históricos probados sin caer en los «y si», a pesar de que hay bastante oscuridad respecto a su figura. Las dudas deberían haber sido aclaradas por el libro que escribió su esposa en el que hablaba de la locura del príncipe, pero esta claro que fue una víctima de las facciones rivales y que tuvo una muerte terrible y muy triste.
La película nos cuenta la historia de Sado desde distintos puntos de vista, usando los ocho días que este pasó encerrado en un cofre de arroz como punto de partida para mostrarnos la imagen del príncipe, pero también la de su familia. Y así, mientras nos muestran algunas escenas de él encerrado, nos llevan atrás, contándonos toda su vida desde la más tierna infancia.
Pero Sado no es solo la historia de un hombre que perdió la cordura o de un rey loco por mantener su trono, sino la historia de la tensa relación de un padre con su hijo, de la influencia que las acciones de los padres tienen sobre los hijos y de su responsabilidad en los pasos que estos dan.
Volveré a ver esta película y pasa directamente a mi lista de favoritas.
Channeldrama
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