Las mujeres (ya era hora) están entrando con fuerza en la dirección y generalmente con sus propios guiones. Afortunadamente en España tenemos un buen puñado de ellas con resultados excelentes. Eso no quita que aún quede mucho camino por andar y en mejores condiciones de producción. Desde la poderosa y variada cinematografía francesa se suma Leonor Seraille (Lyon / 1986) que inicia su puesta de largo con el premio a mejor ópera prima en Cannes y el de mejor actriz en la Seminci de Valladolid.

Mujeres que hablan de mujeres y en esta caso, de forma fortuita, con un equipo íntegro de mujeres. Paula, la protagonista sobre la que gira este viaje por el "París de las Maravillas" busca su propia identidad, su lugar en el mundo un vez que ha sido expulsada del "paraíso" de ser mantenida por un hombre al que cree amar., del refugio donde se escondía de una familia destruida. Del confort material y el abotargamiento existencial pasa a la precariedad, a la necesidad, al hambre físico y espiritual que le hará descubrir la fortaleza que se esconde tras su fragilidad. El glamour de la ciudad para los que han descendido peldaños desaparece y descubre sus miserias y afloran personajes y lugares que hasta ese  momento eran invisibles. Paula como la Alicia de Carroll es nerviosa, caprichosa y tan adorable como enervante, crece y mengua según las situaciones y parece que como el conejo al que persigue siempre llega tarde. Incluso posee su propio gato de Cheshire que aparece y desaparece. Paula es una "jeune femme" (mujer joven), un niña perdida de 31 años

Pero Alicia/Paula es sobre todo la franco suiza Laetitia Dosch que pone cuerpo y alma en el empeño consiguiendo que empaticemos con su situación, que queramos ayudarla a salir adelante. Al igual que la Ana/Nina de "Ana de día" (2018) de Ana Jaurrieta, Paula deja de ser lo que era, en este caso no por voluntad propia, para poder ser lo que es. Mujeres descubriéndose como mujeres. 

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