John McNaughton conocido por para muchos menos para mí la película de culto «Henry, relato de un asesino» o una que me gusta más «Juegos salvajes» nos trae esta vez «The harvest», una película sobre un chico enfermo de algo indeterminado que vamos conociendo poco a poco y una chica nueva en el pueblo que se hacen amigos a pesar de las reticencias de su madre (loca). Entre los actores protagonistas tenemos a Michael Shannon «El hombre de acero» o «Animales nocturnos» que interpreta al padre del niño y a Natasha Calis «The possession: el origen del mal» —producida por Sam Raimi— o «Secuestradas» (2009) que interpreta a la chica nueva.

Tenemos una «suponiblemente» —como diría Joey de «Friends»— película de terror que de terror tiene menos que de biopic por decir algo. Tiene drama, lo que más en mi opinión, suspense y misterio porque no sabes qué pasa, de ahí el misterio, y porque tiene escenas tipo «Mysery» cuando Caan se baja de la silla de ruedas y estás en tensión porque no sabes si lo va a pillar o no. Poco más.

Los actores están bien ya que el chiquillo la verdad es que no lo hace mal y vi química entre ellos dos, los dos adolescentes quiero decir. Los adultos tampoco despuntan para bien o para mal aunque la madre tiene uno de esos papeles que recuerdas.

Tiene un metascore de sesenta y ocho lo que indica críticas en general positivas y una tomatá de sesenta por ciento lo que indica pues más o menos igual. A mí la verdad es que me pareció poco o nada terrorífica si la comparamos por ejemplo con la adaptación de Stephen King, por ello no diré que es aburrida pero no la veo gran cosa. Juzguen ustedes según las diferentes críticas:

-«En lo que más asusta, «The harvest» parece sacado de una sección del periódico de una comunidad devota a todo lo rural y raro» (Robert Abele «Los Angeles Time);

-«Merece la pena verla aunque no esperes nada de grandes sustos o un argumento novedoso» (Kyle Anderson, «Nerdist»);

-«No hay nada malo en un poco de gore mientras el resultado dé escalofríos. Esta película no es más terrorífica que quedarse sin tinta en medio de un examen de mitad de curso», (Rex Reed, «New York Observer»);

-«No estoy seguro de si unas manos más estrictas podrían haber evitado que el guion se hundiera en el melodrama tanto como lo hace», (Jared Mobarak, «The Film Stage»).