La ficción surcoreana «Sky Castle» es situada dentro de un complejo residencial habitado por familias de estrato social alto, en el cual la supremacía conforma la visión de vida de quienes son parte de este círculo cerrado, antiempático, prejuicioso y corrupto.

Cuatro mujeres con distinta idiosincrasia sobre el éxito deben lidiar con jóvenes enfocados hacia una carrera universitaria como médicos. Ya sea por la propia convicción de los hijos, o la de los jefes de familia e incluso por la de ellas mismas, recurrirán a todo lo que tengan a su alcance para garantizar su ingreso a la UNS —aunque muchas veces esto represente sólo castillos en el aire.

Con una trama constituida por personajes complejos y de actitudes acordes a lo que plantean los guionistas, podemos localizar una competencia desgarradora por conseguir ascender a la cima de la pirámide —instalada en la psique de sociedades actuales sobre el poder y el infortunio—, que pone en tela de juicio la moral, las lealtades y la honestidad de los adultos ahí encuadrados durante el transcurso del serial.

Una de estas cuatro mujeres optará por la asesoría de una especialista en conseguir el ingreso del alumnado a la universidad, pero dicha persona tiene su propia historia que evalúa el proceder de los padres —que movidos por su codicia—, dejarán en vulnerabilidad a los jóvenes en la toma de decisiones fundamentales para su formación.

Como es de esperarse, la trama califica bastante bien, con momentos chuscos, otros desgarradores y un resto lleno de cuestionamientos a una sociedad ambiciosa y ciega por el materialismo sobre esa juventud asediada y un futuro en el que las buenas notas no aseguran el triunfo.

Con una dirección de arte impecable en combinación con el vestuario de los presentes, el proyecto envuelve al televidente, quien dirigido hacia un thriller, se sujetará a un ensamble intrigante y logrado para considerar a «Sky Castle» de lo mejor de Sur Corea en cuanto a series.

Una gran obra en términos generales.