Comienzo ágil apoyado en unos diálogos ingeniosos pero vacíos. Continúa con una sucesión repetitiva de peleas que cansa. Y ya está, no hay más, en eso se queda la película. No hay rastro de temas, ni desarrollo de personajes, ni conflictos (sustituidos por las peleas). Resulta ridículo el intento de dotarla de profundidad hablando de secretos de estado e incluyendo imágenes de la toma de posesión de Obama.

Ocurren y ofrece demasiadas pocas cosas interesantes para que resulte entretenida. Esta propuesta recuerda a la de "Zombieland", la cual resulta más divertida porque su historia de road-movie ofrece más variedad de situaciones.

Qué le voy a hacer, esta crítica queda así de corta porque el poco contenido de la película no da para más, sólo permite seguir con tópicos: buena fotografía, interesante montaje, correctas interpretaciones, etcétera.