Tras hacer unas pintadas nocturnas en la pared de la empresa de donde han sido despedidos, 2 amigos con evidentes síntomas de embriaguez, atropellan y matan a un hombre que portaba un maletín, cuando hacían el imbécil en las inmediaciones de unas apartadas vías de tren, con el coche a 160 km/h y las luces apagadas; uno de ellos quiere llamar a la policía, cosa que no hace al dejarse convencer por el otro, que tras descubrir que el maletín está repleto de euros, logra que acepte que dado su mala situación económica lo acertado es deshacerse del cadáver, coger el dinero y esperar un tiempo.

Acto seguido la acción salta a una pareja de policías investigando la muerte de una niña ciega hallada cadáver (estrangulada en circunstancias truculentas) en una caseta que vemos esta cerca de donde se produjo el atropello arriba mencionado, enterándonos durante esa investigación policial en el lugar de los hechos, que la niña había sido secuestrada y que el hombre del maletín era el padre que acudía con los 2 millones de euros a pagar el rescate.

Todo esto a modo de presentación durante los primeros minutos de metraje, mostrado al modo del buen thriller, sin tonterías ni desbarres, personajes y situaciones creíbles dentro de su excepcionalidad, y actores interpretando sus papeles con seguridad y verosimilitud, todo ello envuelto en una atmósfera que apunta a potente función.
Sigue en spoiler por falta de espacio: