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Polonia Polonia · Zürich-Varsovia
Voto de manuel:
7
Documental En respuesta a una invitación para rodar una película acerca de los huérfanos de enfermos de sida en Uganda, Kiarostami y un colega viajan hasta allí para documentarse y preparar el eventual rodaje de un documental. Pero las imágenes filmadas con sus dos cámaras digitales bastarán para componer este film. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un documental sincero, así lo podría definir, sabe mandar un mensaje para dar que pensar y reflexionar.
Inicialmente los directores estaban pensando ir a Uganda para recoger material y planificar en hacer un documental sobre este país africano, pero la sorpresa fue que al recoger el material con sus cámaras estándar observaron que ya tenían lo suficiente para poder realizar este documental.
Es sincero y directo pues con unas simples cámaras consiguen el realismo de tal país y a la vez trasmitir un mensaje, poder captar el dolor de un pueblo que se caracteriza por sus altos índices de enfermos de Sida y de huérfanos.
Tres directores se dirigen hacia Uganda para documentarse y con sus cámaras nos trasmiten el espíritu de dolor de estos enfermos, de la pobreza y de las condiciones infrahumanas de este país como reflejo de la pobreza de África, la película no busca ningún lado artístico sino la grabación de momentos concretos que puedan servir al espectador para la reflexión sobre valores tan simples y a su vez tan complejos como el valor de la vida y de ese materialismo que nos rodea, el valor del amor y el sentido de la vida.
Veremos un pueblo y su mercado con una increíble pobreza, veremos a un hombre, pobre pero como él decía, siempre feliz, veremos a una mujer a la cual se le murieron sus once hijos a causa del sida y ahora vivía con unos treinta y cinco niños enfermos del sida en una pequeña choza, también veremos el hospital de enfermos del sida y allí se nos caerá el alma a los pies al poder observar sin ningún tipo de manipulación visual el dolor de auténticos pacientes y víctimas del sida.
Como estas escenas, el documental a pesar de ser corto está lleno de momentos así, momentos de dolor humano real, dolor que nos da que pensar además de ayudarnos a la reflexión.
La película a su vez muestra con cierta frecuencia a niños en actividades muy normales como jugando, cantando y bailando, niños tan normales los cuales sabemos que están contagiados por el virus de sida sin tener ellos ningún tipo de culpa, estas escenas, aparentemente simples y sencillas tiene un gran fondo humano.
Documental grabado de una manera muy simple y sencilla pero con una impresionante calidad humana.
manuel
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