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Voto de Sibila de Delfos:
6
Aventuras. Acción. Comedia. Romance Francia, siglo XVII. Athos, Porthos y Aramis son tres prodigiosos espadachines que pertenecen al cuerpo de mosqueteros del rey Luis XIII de Francia (1610-1643). A París llega un joven y valeroso gascón que ingresa en la guardia del Rey para hacerse mosquetero. Los cuatro tendrán que hacer frente a una maquiavélica conspiración urdida por el cardenal Richelieu para derrocar al rey. Adaptación actualizada de la novela homónima de Alejandro Dumas. (FILMAFFINITY) [+]
27 de septiembre de 2011
33 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces que es inevitable ir a ver una película con prejuicios. A veces es por la carrera de sus responsables, otras por el propio género en el que se enmarca.... y algunas otras ocasiones el recelo reside en la adaptación que se haga de la novela o historia previa a la que aluda.
Sin duda, los puristas del género de aventuras y los amantes del clásico de Alexandre Dumas, Los Tres Mosqueteros, sin duda se llevaron las manos a la cabeza cuando supieron que Paul W.S. Anderson iba a hacerse cargo de la nueva adaptación al cine del mito.... y no sin cierta razón.
Anderson es un director visualmente excesivo, de montaje mareante y frenético, y bien conocido por unas películas que nunca son ejemplo de profundidad, buen guión o interés por lo arriesgado. Y sin duda, esos puristas y fans de los que antes hablaba se tirarán de los pelos al ver tanto barco volador, tanto efecto Matrix, tanto gadget a los James Bond, y a esos queridos personajes que más parecen héroes de videojuego que los caballeros románticos de la novela (lo de Milady, convertida en una guerrera a los Lara Croft, pero con corsé en vez de pantalones cortos, es directamente de risa.... principalmente en la alucinante secuencia del robo de los diamantes de la reina, que provoca carcajadas en la platea... y no precisamente porque la escena haga gracia). Son cosas que, en una película con ambientación clásica como ésta, sobran. La modernidad a la hora de actualizar clásicos siempre puede ser una opción interesante y bienvenida, pero no debería significar incluir elementos que en absoluto casan con los duelos a espada y los ropajes siglo XVII....
Porque, con todo y con éso, a pesar del destrozo del mito que lleva a cabo Anderson, lo justo y lo sorprendente es reconocer que la película, como cinta de aventuras que es, resulta mucho mejor de lo inicialmente esperado. Y al igual que no s ele pueden pedir peras al olmo, tampoco a Anderson puede pedírsele inteligencia en el guión y clasicismo en la puesta en escena. Lo que se nos ofrece es ni más ni menos que una pura y dura película de aventuras, con sus romances, sus traiciones, sus intrigas.... y con el único propósito de entretener y epatar visualmente al espectador con sus soberbios efectos visuales. ¿Es éso malo? Si se va prevenido y se acepta el juego de Anderson, en absoluto. El entretenimiento es absoluto, el trabajo técnico, exquisito (atención al vestuario, simplemente maravilloso), y las escenas de duelos a espada están filmadas con una pericia notable y con el control que no hay en la eterna batalla en el aire entre mosqueteros y fuerzas del Cardenal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sibila de Delfos
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