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Voto de harryhausenn:
8
6,2
614
Drama
Youngho navega entre su sueño de convertirse en actor, sus dilemas amorosos y las expectativas de sus padres: un acupuntor de prestigio con quien mantiene una relación distante, y una madre inquieta que le anima a centrarse en su carrera. Cuando su novia Juwon decide viajar a Berlín para estudiar diseño de moda, Youngho la sorprende con una visita. (FILMAFFINITY)
23 de abril de 2022
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada más aparecer el título, los créditos nos advierten: Introduction es una película grabada entre febrero y marzo de 2020. Cuando el mundo se paró y rompimos todo vínculo personal, situación de la que aún estamos paulatinamente recuperándonos hoy. Tal parece que Hong Sang Soo hubiera previsto la debacle social que acarrearía la pandemia, pues el contacto, tanto físico como figurado, suponen el pilar principal de este pequeño largometraje de modesta duración y medios aún más limitados de lo que el coreano nos tiene acostumbrados. Cada mano sobre un hombro, cada cigarrillo a medias, cada mesa con sake o cerveza nos provocan un sentimiento de consuelo y añoranza como si esos instantes oscilasen intrépidamente entre lo imposible y lo prohibido.
Tres episodios, de línea temporal difusa, en la vida de un joven. Tres momentos que nos hacen comprender el pesar, el anhelo y la tristeza que consigo acarrea sin que las palabras lo confirmen ni la cámara insista. El vacío, el hueco que intenta llenar supone su lucha cotidiana, por puro instinto de supervivencia, que libra tenazmente contra la soledad. Tal como el protagonista de Sólo quiero que me ames, de Fassbinder, que llegaba a perderlo todo para ganarse la aprobación y el amor ajeno a través de una conquista material. Aquí, la conquista no es material, sino puramente sentimental. El joven sufre una dependencia emocional que, si bien podría hacer que tomemos distancia del sujeto por incómoda, logra sin embargo enternecernos y emocionarnos cuando se muestra a sus allegados tal y como es, abierto en canal.
Tres episodios, de línea temporal difusa, en la vida de un joven. Tres momentos que nos hacen comprender el pesar, el anhelo y la tristeza que consigo acarrea sin que las palabras lo confirmen ni la cámara insista. El vacío, el hueco que intenta llenar supone su lucha cotidiana, por puro instinto de supervivencia, que libra tenazmente contra la soledad. Tal como el protagonista de Sólo quiero que me ames, de Fassbinder, que llegaba a perderlo todo para ganarse la aprobación y el amor ajeno a través de una conquista material. Aquí, la conquista no es material, sino puramente sentimental. El joven sufre una dependencia emocional que, si bien podría hacer que tomemos distancia del sujeto por incómoda, logra sin embargo enternecernos y emocionarnos cuando se muestra a sus allegados tal y como es, abierto en canal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Cuando tras varios años de distanciamiento el joven decide visitar a su padre en su consulta médica, el doctor evita por todos los medios hacer frente al reencuentro y hace esperar a su hijo en la sala de espera hasta caer dormido. La secretaria, despierta al chico con dulzura, le prepara un té y habla con él acerca de los recuerdos de cuando era niño mientras fuman juntos bajo la nieve. Desbordado por la dulzura, el joven rompe toda barrera y se funde en un abrazo con la mujer.
En otro momento no muy claro en el tiempo, el chico se presenta por sorpresa en Alemania al día siguiente de que su novia se vaya allí a estudiar. No quiere pasar ni un sólo momento lejos de ella y se pone en evidencia tras atravesar el planeta para que no se le escape el calor de su tacto.
Por último, visita a su madre y al amigo actor de esta. El veterano intérprete monta en cólera al descubrir que el joven renunció a su carrera por una secuencia de un abrazo que le sobrepasó y no pudo concluir. Fingir el amor y la intimidad ante la cámara o en el escenario supone para él una violencia insoportable ¿Cómo fingir aquello que no tenemos en la realidad? ¿Cómo fundirse en los brazos de otra persona e intercambiar un falso cariño recíproco si en la vida el inmenso amor que repartimos no se ve recompensado? ¿O satisfecho? ¿O calmado siquiera?
Un padre ausente, una madre que no le saluda desde lejos al verle desde el balcón. Un abandono que ha de suplir de alguna manera. Como un niño juega a saltar las olas del agua helada y al salir, su amigo le da calor cubriéndole con su cuerpo seco. Los tres abrazos de la película representan los pilares del amor: los amigos, la pareja y la familia, en este último caso, representados por la secretaria, una figura maternal más importante que la propia madre.
Hong Sang Soo vuelve a lograr en una hora otro retrato demoledor y emotivo de la sensibilidad masculina con apenas unos trazos de personalidad y carácter.
hommecinema.blogspot.com
Podcast Los Vitelloni (ivoox, spotify)
En otro momento no muy claro en el tiempo, el chico se presenta por sorpresa en Alemania al día siguiente de que su novia se vaya allí a estudiar. No quiere pasar ni un sólo momento lejos de ella y se pone en evidencia tras atravesar el planeta para que no se le escape el calor de su tacto.
Por último, visita a su madre y al amigo actor de esta. El veterano intérprete monta en cólera al descubrir que el joven renunció a su carrera por una secuencia de un abrazo que le sobrepasó y no pudo concluir. Fingir el amor y la intimidad ante la cámara o en el escenario supone para él una violencia insoportable ¿Cómo fingir aquello que no tenemos en la realidad? ¿Cómo fundirse en los brazos de otra persona e intercambiar un falso cariño recíproco si en la vida el inmenso amor que repartimos no se ve recompensado? ¿O satisfecho? ¿O calmado siquiera?
Un padre ausente, una madre que no le saluda desde lejos al verle desde el balcón. Un abandono que ha de suplir de alguna manera. Como un niño juega a saltar las olas del agua helada y al salir, su amigo le da calor cubriéndole con su cuerpo seco. Los tres abrazos de la película representan los pilares del amor: los amigos, la pareja y la familia, en este último caso, representados por la secretaria, una figura maternal más importante que la propia madre.
Hong Sang Soo vuelve a lograr en una hora otro retrato demoledor y emotivo de la sensibilidad masculina con apenas unos trazos de personalidad y carácter.
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