Frankenfish es una de esas películas que te toca el alma, no tanto, por supuesto, como "Zombie wars". pero es de esa clase de películas tan malas, que a veces, en razón del estado lisérgico en el que pronto te introducen, llegas a pensar que detrás de ese bodrio hay un inteligentísimo director muy sutil, quizá coreano, porque nadie, nadie nadie, puede dedicar ni un dólar a producir una peli tan mala, ni nadie, nadie, nadie se atrevería a aparecer con su nombre o poner su cara par ainterpretarla o siquiera para aparecer en los títulos de crédito ya no como supervisor de efectos especiales, siquiera como peluquera o encargada del casting o de recoger los abrigos a la entrada del plató, vamos: un horror. El mayor mérito de la peli es que va in crescendo: tu asombro no tiene límites, y ahí está su valor: cuando salta el primer salmonete gigante (porque de eso va) te dices: no puedo ser, y sin embargo esa parte oscura que todos tenemos dentro te incita a seguir, a seguir... hasta el final, perdiendo una hora y media de tu corta vida. He aquí el drama de Frankenfish... Frankenfish... maldita sea, si ya el título lo dice todo.