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Voto de Luis Guillermo Cardona:
5
Drama Ángela tiene doce años y tres medio hermanas por parte de padre cerca de los treinta. Es precisamente la muerte del padre lo que hace que las cuatro se conozcan. Ángela, nunca vivió con nadie diferente a él y no recuerda a su madre. Sus hermanas la dejarán al otro lado del país con una tía para evitar que quede a cargo del Estado. Es en este viaje de duelo, en el que Ángela, en pleno despertar de su cuerpo, reconoce con cada una de sus ... [+]
8 de abril de 2019
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras veía, <<NIÑA ERRANTE>>, dos películas vinieron a mi memoria: “Tendres Cousines” (“Tiernas Primas”, 1980) y “Mustang” (2015). La primera, dirigida por David Hamilton, cuenta la historia de un adolescente que se enamora de una prima mayor que él, mientras que ella está enamorada de un chico mayor que ella. Sin profundizar, absolutamente en nada, Hamilton -un celebrado fotógrafo de desnudos-, se sirve de este cuentecillo para captar las pieles de varias adolescentes guapísimas, con una acaramelada y voyeurista estética visual que, consigue agradar a la vista, pero, sin contener ni siquiera un ápice de erotismo. Así, la película resulta huera hasta el aburrimiento y, “Tendres Cousines”, queda en el recuerdo como un softcore bastante mediocre.

Por su parte, “Mustang”, es la opera prima de la directora turca, Deniz Gamze Ergüven, y hay que ver la suerte de denuncia social que logra tomando como protagonistas a cinco preciosas hermanas entre 12 y 16 años, pero, a las que, sin desdeñar su belleza, ve y describe con suma altura, mostrándolas plenamente entregadas a su firme compromiso consigo mismas y con la libertad, en una sociedad anclada en el atraso y la subyugación.

La película de Rubén Mendoza -director del que tengo en alto aprecio, “La Sociedad del Semáforo”-, de manera lamentable se impregnó de David Hamilton… y no tuvo en cuenta nada de la brillante película turca. Siento que, Mendoza, se obnubiló al tener frente a sí a cuatro bellas muchachas que no opusieron reparo alguno para ser exhibidas como maniquíes, y alentado por el morbo y los afanes de taquilla, se dedicó a hacer planos puramente voyeuristas y desplazamientos totalmente hueros que, apenas se salvan por un par de momentos -y esto se le abona- donde logra, sin duda, la condición de erotismo (la metáfora de la Ángela “gimnasta” ante el par de retroexcavadoras y la abrupta, pero, significativa resolución de la toma, es excelente; y la escena en que la joven recorre el cuerpo de su hermana Paula, sin tocarla, también tiene su acierto). Al servicio de la vista, descubrimos también muy bellos paisajes, y tomada la película en plan de turismo, provoca estar en algunos lugares de los que allí se muestran… pero, hasta ahí.

El resto, es la historia de tres hermanas de distintas madres que, tras la muerte de su padre, concuerdan en el plan de deshacerse de su cuarta y más joven hermana, una jovencita que se encariña con ellas y teme a la incertidumbre que le deparará el futuro al lado de una tía que ni siquiera conoce.

Las hermanas son chicas “libres”: toman licor, se visten de manera atrevida y no guardan recato alguno ni para decir frases soeces e improcedentes, ni para exhibir sus cuerpos… y también fuman marihuana ¡y están dispuestas a enseñar a su hermana para que entre en “la onda”! El único gesto de nobleza -de solo una de ellas- es ser capaz de bajarse del auto para hacer a un lado el cadáver de un perro atropellado en la vía… pero, nada explica el fervor que las chicas sienten por el padre; tampoco sabemos nada de la tía a donde pretenden llevar a la joven Ángela... y el personaje de Gabriela, resulta casi invisible y carente de significado.

Las protagonistas de <<NIÑA ERRANTE>>, Sofía Paz, Carolina Ramírez, Lina Marcela Sánchez y María Camila Mejía, cumplen muy bien con la generosidad de sus cuerpos, pero, poco les exigen sus muy simples personajes. Sentí que, cerrando la película con un plano de la barcaza en actitud de regreso de las hermanas y otro plano de Ángela corriendo hacia ellas emocionada, le hubiese dado un sentido favorable a la personalidad de las chicas, pero, ni eso logró percibir el director colombiano... y el filme queda, así, como un monumento a la superficialidad.

Contra todo, a Rubén Mendoza puedo darle otra oportunidad.
Luis Guillermo Cardona
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