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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Comedia A finales de los años 50, un pueblo sin nombre en las montañas tropicales de los Andes, ve alterada su habitual calma por el inminente duelo a muerte entre el maestro y el carnicero, hasta ayer amigos entrañables y compañeros de lucha políticas. El alcalde aprovecha los acontecimientos y consigue la resignada pero activa colaboración de la policía. Esta es la posibilidad de diezmar a la oposición sin mover un dedo. (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El maestro de escuela, Ignacio Albarracín, y el carnicero del pueblo, el señor Oquendo, son dos hombres de ideas progresistas y, probablemente, los más respetados de aquel terruño… pero, ahora resultan dispuestos a enfrentarse en un duelo para liquidar una cuestión de honor. El tal asunto tendremos que intuirlo… pero, lo cierto es que, el alcalde Saravia, quien a la vez es juez del pueblo, está encantado con este hecho porque, si ambos se matan, quedaría liquidada la oposición a su partido. También al cura Troncoso, le conviene sobre todo que el carnicero muera, porque su herencia pasará a él; y si sobrevive, solo tendrá un nuevo devoto.

Tras haber vivido en China durante su adolescencia y luego de haber estudiado cine en la London Film School, a su regreso a Colombia -su país de origen-, Sergio Cabrera se inició dirigiendo cortometrajes, haciendo las veces de cinematografista en unos cuantos filmes, y dirigiendo cientos de comerciales para televisión.

Llegado el año 1988, se sintió capacitado para lanzarse a la realización de su primer largometraje y un guion del también actor, Humberto Dorado (quien se basó en un relato que se contaba en los pueblos de Boyacá), fue el punto de partida para, <<TÉCNICAS DE DUELO>>, película con la que se hizo merecedor al premio, Mejor Opera Prima, en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, y a la Makhila de Plata en el Festival de Biarritz, Francia.

Ubicada, el 11 de diciembre de 1956 (homenaje a la fecha de nacimiento de la que fuera su esposa, Florina Lemaitre), la historia que nos cuenta, Cabrera, funciona como una suerte de western sin caballos, pero, sobre todo, como una comedia all’italiana: con cierta picaresca, amores prohibidos, deudas de honor, niños traviesos… y a la vez, consigue captar la idiosincrasia colombiana, desde las relaciones familiares y los particulares roles de las instituciones… que no se alejan mucho de las de otras latitudes.

Cabrera demuestra un gran tino en la dirección de actores -y dejando de lado que no es muy exigente con los chicos a los que ha convocado-, el personal adulto resulta bastante convincente, y Frank Ramírez (el profesor), Humberto Dorado (el carnicero), Manuel Pachón (el alcalde), Florina Lemaitre (Miriam), Vicky Hernández (Encarnación), Fausto Cabrera (el cura), entre otros, son personajes con vida propia y con unos rasgos de personalidad que los dejan muy claramente definidos.

Increíblemente, la historia no es nada predecible y, en su interior, subyace (a manera de metáfora) una segunda lectura que da cuenta de los sucios métodos que se utilizan en política para dividir (o liquidar) a la oposición. ¿Serán, Ignacio y Oquendo, bastante inteligentes para no caer en el nocivo juego?

Cabrera, tiene motivos para sentirse complacido, y desde aquí, conformaría un equipo de trabajo bastante sólido; y con paso firme, quedaba preparado para la película que lo reafirmaría definitivamente: “La Estrategia del Caracol”.
Luis Guillermo Cardona
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