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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama. Romance George, un escocés de espíritu rebelde, que trabaja como conductor de autobús, conoce a Carla, una refugiada nicaragüense recién llegada a Glasgow. Mientras tanto, en Nicaragua (1987), la Contra se prepara para derrocar al Gobierno sandinista. La situación de su país, de su familia y el amor que dejó atrás atormentan a Carla. George decide entonces acompañarla a Nicaragua para que afronte la dura realidad de la guerra y de los sentimientos. (FILMAFFINITY) [+]
16 de julio de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La joven nicaragüense, Carla Delgado, ha decidido quedarse en Glasgow, Escocia, luego de que, con su grupo de bailarines viajara hasta allí en busca de dinero para la causa sandinista, pues, su país, en ese año 1987, todavía sigue en una cruenta guerra ya que, Estados Unidos de Norteamérica, no se muestra dispuesto a permitir que un gobierno socialista se les asiente en América Central. Por largos años, los estadounidenses sostuvieron y protegieron a la brutal dictadura de Anastasio Somoza, y ahora, la CIA financia y organiza la guerra sucia de los Contra, para que derroquen del poder al gobierno sandinista que está en manos del presidente, Daniel Ortega.

En Glasgow, Carla conocerá a George Lennox, un conductor de autobús que se obsesiona con la intención de ayudarla, y será él quien, al verla traumatizada y con fuertes impulsos suicidas, termine animándola a que vayan juntos a Nicaragua para que ella pueda enfrentar la realidad y quizás logre reencontrarse con aquellos seres a quienes tanto ama.

<<LA CANCIÓN DE CARLA>>, es otro plausible título en la filmografía del director, Ken Loach. Como historia, es importante por su eficiente recuento de uno de los episodios más deplorables del pasado latinoamericano; recrea un sensible drama donde la solidaridad y el compromiso brotan de seres sencillos sin más poder que su espíritu de unión, su buena voluntad y su corazón enorme; y nos da cuenta de cómo el imperialismo se sostiene con la fórmula del arrasamiento y patrocinando la infamia y la crueldad contra la gente del pueblo.

Comienza, aquí, una nueva y notable sinergia. Esta vez, entre el director, Ken Loach, y el guionista escocés, Paul Laverty, quien se convertirá en la fuente literaria de casi todos sus filmes posteriores.
Abogado y comprometido defensor de los derechos humanos (tres años en Nicaragua, y otros más en El Salvador y Guatemala), Laverty será “representado” en la película con el personaje de Bradley que se le encargó a Scott Glenn, pero, quedé con la impresión de que su rostro se asemeja más al de Robert Carlyle, quien lleva el mayor peso del filme con impagable carisma, como el conductor rebelde dispuesto a dejarlo todo atrás para salvar la vida de la sufrida muchacha de la que se ha enamorado.

A, Carla, la representa, Oyanka Cabezas, una legítima hija de Nicaragua, diseñadora de vestuario que tiene aquí su primer y único filme como protagonista, y cuyo rol logra conmovernos con su traumática existencia, dejando bien presente el inconmensurable sufrimiento que causan a la humanidad los usurpadores del poder.

<<LA CANCIÓN DE CARLA>>, reafirma a, Ken Loach, como un director comprometido con la historia y con la causa de los oprimidos. Es cine testimonial de primera línea.
Luis Guillermo Cardona
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