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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Romance España, 1890. Durante las fiestas de Carnaval, Antonio Galván, un joven oficial, conoce a Concha Pérez, una misteriosa mujer que trabaja en una fábrica de tabacos y que rápidamente cae en sus redes. A su vez, Concha seduce y ridiculiza a Don Pascual, un oficial de la Guardia Civil que intentará convencer a Galván de que Concha es una mujer muy peligrosa... Otro éxito de la pareja Sternberg- Dietrich. (FILMAFFINITY)
25 de diciembre de 2009
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carmen y Concha son dos mujeres inmortales y tienen mucho en común: Hijas del viento y de las aves, ambas son dueñas de su vida y se niegan a pertenecer a nadie. Las dos creen en el amor libre y sin posesiones; en el amor que se prodiga y no se somete a fantasmas que lo asedien. Sus relaciones son especiales, pero instantáneo y sin olor a incienso. Saben del egocentrismo y el afán de posesividad de los hombres, y por eso, los prefieren cerca, pero con cierta distancia. “La Mujer y el Pelele” de Pierre Louys y “Carmen” de Prosper Merimée, son el sustrato del que se ha servido ese gran realizador que fuera, Josef von Sternberg, para conseguir otra obra muy personal, y la última con el protagonismo de su –hasta entonces- musa, Marlene Dietrich.

Una imagen muy efectiva nos dará cuenta del ligero vuelo de la guapa Concha: La toma está en picado y vemos a una paloma, en primer plano, volando sobre un grupo de mujeres esclavas de la rutina laboral. Luego se da paso a la imagen de la desenfadada Concha, quien no consigue ver en los hombres más que amores -instrumentos- transeúntes.

Pascual, el oficial de policía, será su ligue más duradero. Éste la protegerá durante una riña que Concha provoca con otra mujer… y pronto caerá rendido a sus pies, bien dispuesto a satisfacer sus anhelos... pero, como a Concha no le va ser poseída, muy pronto demostrará que sale con quien se le antoja y que no está dispuesta a ser la eterna posesión de nadie. Así las cosas, otros amores llegarán a su vida y con ellos conformará un “terceto enamorado"... pero, habrá que ver si la sensual y provocativa cantante de ocasión, para quien la libertad es su tesoro y al amor lo ve como algo muy preciado, entre aquellos hombres encuentra a alguno que la merezca a plenitud.

Ya conocíamos la sobresaliente y muy personal versión cinematográfica que, de la obra de Louys, hizo con posterioridad, Luis Buñuel, con el título, “Ese oscuro objeto del deseo”, pero, lo conseguido por Sternberg en <<EL DIABLO ES UNA MUJER>>, ya poseía la fuerza suficiente para conservarse a través de los tiempos como una de esas historias que ejemplarizan con denuedo el ansia de libertad. El director austriaco, relumbra de nuevo con su impecable composición de planos, donde la iluminación de perfectos contrastes y la escenografía de cierto tinte expresionista, producen unos efectos de fuerte complementación y de embelesador resultado. Ese ambiente carnavalesco muy español, con toda suerte de temas musicales archiconocidos donde sobresale el "Capricho Español" de Rimsky-Korsakov, y con esa mascarada para que los rostros luzcan como juguetes de una comedia como la visiona Concha, tiene gran vitalidad narrativa y permite una lectura que sobrepasa la epidermis.

Y ya lo tengo bien claro: Con el dinero, un hombre nunca demuestra lo que vale, tan sólo demuestra lo que tiene. Es posible poseer con él el cuerpo de una mujer, pero no es suficiente para merecer su Amor.
Luis Guillermo Cardona
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