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Voto de Natxo Borràs:
7
Comedia Un matrimonio de clase media seduce a todo tipo de vividores nocturnos para llevarlos a su apartamento. Una vez allí, con el propósito de librar al mundo de pervertidos y de resolver su situación económica, los asesinan... (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2010
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia muy negra de serie B y objeto de culto hoy en día (su humor negro es buque insignia en la filmografía de Bartel) que nos plantea el difícil quebradero de deudas que afectan al correcto y conservador matrimonio Bland; la cuarentona pero aún atractiva enfermera Mary (Mary Voronov) y su esposo, el tranquilo y despreocupado Paul (el propio Paul Bartel) dependiente de una licorería, amante de la buena comida acompañada con su buen vino. Después de ser despedido por su perdonavidas jefe (Richard Paul), la pareja verá difícil emprender el negocio de sus sueños; reunir los ahorros suficientes para abrir un lujoso restaurante. Para más inri, el intruso de una fiesta swinger celebrado en el apartamento de al lado se cuela en el hogar de los Bland y muere asesinado después de intentar violar a Mary. Después de esconder el cadáver se les enciende la bombilla para crear su pisito de alterne, con servicios que van de la sumisión a la sodomía, y las fauces del torpe de Paul que irá asesinando a banqueros, médicos, profesores y viciosos nocturnos de la discreta alta sociedad. Pero se les entromete un intruso y testigo de uno de los crímenes; el cerrajero Raoul (Robert Beltran) que es realmente un deshauciador de poca monta que chantajeará con los Bland por recibir una buena tajada.

“Eating Raoul” es una de las cintas más provocativas de Paul Bartel (La Carrera de la Muerte del Año 2000; Escenas de Lucha de Sexos en Beverly Hills), un realizador neoyorkino fallecido en el año 2000 a la edad de 61 años y uno de los grandes independientes trash que se han exhibido desde el otro lado del Atlántico. Polifacético en vida, destacó por su breve aparición de personaje clave en la entramada y fascinante “Sospechosos Habituales” (1995) de Bryan Singer dónde encarnaba a un traficante asediado y con cara de susto.
Natxo Borràs
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