Ópera prima cinematográfica del madrileño Rafael Moleón que aprovechó la popularidad de actores tan almodovarianos como Carmen Maura, Victoria Abril y Antonio Banderas para reunirlos en un triangulo vicioso de pasión, sexo y crimenes perfectos con fines lucrativos.

Solo basta con la presentación de Antonio (Antonio Banderas), para que nos hagamos la rápida idea de que es más que un cigoló de paso sinó también un cazafortunas que se mete en la lujosa casa de Isabel Harris (Carmen Maura), una mujer divorciada y atormentada en sueños en las que se ve agredida sexualmente. La intervención de una presunta psiquiatra (Victoria Abril) en la que hará despertar al chico sus instintos más libidinosos, será razón de más para poder atormentar a la millonaria Isabel e implicarla en un crimen perfecto, o casi, y hacerse sustanciosamente con su dinero.

Un triángulo inusual en su momento que no funcionó en la película de Moleón que, una década más tarde, dirigiría a Ana Galiena y Eduardo Noriega en “Cuestión de Suerte” (1996).