87/30(20/03/11) Gran documental biográfico sobre probablemente el mejor actor de todos los tiempos, un icono del séptimo arte, un tipo de leyenda. Es un pormenorizado recorrido por su vida, desde su nacimiento hasta su muerte, para ello la cinta cuenta con el testimonio de un ejército de gente que lo conoció, surcado por secuencias de sus mejores films, así como impagables imágenes de archivo en que lo vemos en películas caseras y fotos, también aparece en entrevistas en diferentes etapas de su agitada existencia. Es un largo documental, casi tres horas, pero que no aburre, su ritmo narrativo es muy bueno y el mosaico que forma toda la información que nos llega es muy revelador de su compleja personalidad. Era un muchacho problemático que se llevaba mal con su padre, se metió en el teatro por su madre, de ahí pasó interpretar a Kowalski en ‘Un tranvía llamado deseo’ en el teatro, esta obra dio el salto al cine con Elia Kazan de director y comenzó la carrera cinematográficas de un mito, encadenando clásico tras clásico. Pero detrás de esta estrella se escondía un ser travieso, perezoso, errático, al que no le gustaba su profesión, simplemente era su medio de subsistencia, son memorables las cintas caseras en las que se disfrazan él y Montgomery Clift, , se llevaba fatal con su padre, prueba de ello una desgarradora entrevista en la que están los dos juntos, poseía inquietudes políticas, siendo uno de los primeros famosos en postularse como defensor de los derechos civiles de los negros, iba a las manifestaciones con Luther King, y de los indios estadounidenses, prueba de ello fue el rechazo del Óscar por ‘El Padrino’ recogido por una india, en la década de los 60 sufrió un declive, sobre todo a raíz del estrepitoso fracaso de la carísima ‘Rebelión a bordo’, daba muchos problemas a los directores y se le consideraba veneno para la taquilla, hasta que Al Pacino lo recomendó a Coppola para ‘El Padrino’, pero en realidad eran los últimos coletazos de genialidad de un ser legendario, completados con ‘El último tango …’, ‘Apocalypse Now’ y ‘Una árida estación blanca’, el resto fueron productos donde su sola presencia era el reclamo.