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Voto de TOM REGAN:
7
7,5
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Ciencia ficción. Intriga. Fantástico
Tras lo que parece ser la caída de un meteorito en la zona, en la calle de un pequeño vecindario empiezan a dejar de funcionar la luz y los aparatos eléctricos. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2020
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
53/09(09/03/20) Atractiva alegoría sobre la Caza de Brujas del tétrico Senador McCarthy, es este capítulo, uno de las más famosos de la serie. Episodio 22 de la primera temporada de la serie de antología de tv estadounidense The Twilight Zone creada por Rod Serling para la CBS, que además guioniza este capítulo sobre la paranoia colectiva, sobre la búsqueda de chivos expiatorios a nuestros miedos a lo que desconocemos. Originalmente se emitió el 4 de marzo de 1960. Como en muchas ocasiones en la serie se echa mano de la ciencia ficción para hablar en realidad de hechos coetáneos, en este caso el latente tema de la persecución de la Comisión de Actividades Antiamericanas contra artistas de Hollywood, buscando comunistas por todos lados, y con ello destrozando las vidas de muchísima gente, y Serling fue combativo contra estos prejuiciosos ‘linchamientos’, siendo este metraje prueba de ello, es por ello hijo el capítulo de su contexto. El escenario es una calle cualquiera (La del título) en un barrio suburbano típico estadounidense, donde hay un apagón, donde todo lo mecánico no funciona (coches, radios, teléfonos,…), y a al aparecer alguien del vecindario al que si le pone en funcionamiento el coche, los vecinos comienzan con él una caza de brujas, una paranoia ambiental que se irá extendiendo cual plaga tóxica envenenando unos contra otros, y con ello siendo una metáfora de la histeria de la sociedad que derivó en el acoso sufrido por americanos en los años 50, donde ser supuesto comunista es aquí simbolizado por supuestos extraterrestres, ello en una visión desencantada de la Naturaleza Humana, un claro enfoque misántropo.
Narración de apertura: "Maple Street, Estados Unidos, a fines del verano. Un pequeño mundo arbolado de planeadores de porches, barbacoas, risas de niños y la campana de un vendedor de helados. Al sonido del rugido y el destello de la luz, serán exactamente las 6:43 PM en la calle Maple... Esta es la calle Maple un sábado por la tarde. Maple Street en el último momento tranquilo y reflexivo, antes de que llegaran los monstruos."
Tiene sus defectos que la hacen algo forzada. Primero es que toda la esquizofrenia arranca de modo chusco, me refiero a que la raíz está en las fantasías de un niño que lee historietas de extraterrestres, y los adultos toman esto como un argumento de peso sin nada que apoye estas fabulaciones infantiles, esto ya me chirría; Se supone que estos sucesos solo acontecen en una calle, o sea, que en la calle de al lado todo está bien, no tiene sentido este auto-aislamiento de esta calle. Tendría más sentido si esto sucediera en una isla o un pueblo por lo que sea incomunicado; Tampoco la escalada de paranoia colectiva me resulta gradual, en apenas unas horas se pasa de vecinos a hordas violentas sedientas de sangre. Serling pudo haberse trabajado esto mejor con elipsis más fluidas.
En el episodio se juega con la idea de un infiltrado, teniendo en este sentido similitudes con dos historias varias veces llevadas a la gran pantalla, como son “La Cosa” y “La invasión de los ultracuerpos”, además me recuerda a la gran película de Fritz Lang, “La furia” (1936), donde retrata a las hordas de ‘justicieros’. En 2009, TIME lo nombró uno de los diez mejores episodios de Twilight Zone.
Serling ofrece un minutaje en el que crítica como seres pacíficos pueden ante lo desconocido transformarse en atávicos justicieros, buscando enemigos a sus temores, y con ello ser los Monstruos del título. Donde las singularidades de cada vecino se convierten en indicio de ser un peligro para la comunidad. Aquí la dirección de Ronald Winston (primero de los tres episodios que realizó para la serie) es primordial para trasladarnos el estado de histeria colectiva, ello con planificación excelente enfocando al grupo como ente uniforme, sin personalidad definida, moviéndose como una sola persona aviesa, con una original toma en la que se ve a la horda a través de sus piernas avanzando cual ciempiés, el modo de filmar la larga calle cual camino hacia ninguna parte. Siendo brillante como rueda la escena del asesinato, con una edición sensacional de Bill Mosher, que emite desazón e intensidad electrizante, con esa calle oscura, ese sonido de andares, esa horda temerosa y al final el disparo.
El personaje de Steve Brand podría ser el alter ego de Rod Serling, el que intenta poner la cordura en medio de la escalada demencial, ello frente a Charlie Farnsworth, impulsor de las persecuciones y acosos, en función de sus prejuicios y miedos. Claude Atkins encarna al primero con mucha empatía y Don de liderazgo. Atkins (tuvo otra aparición en Twilight Zone, "The Little People" de la tercera temporada) también fue un actor ampliamente reconocido en la época de "Monsters", acumulando apariciones en películas históricas como Rio Bravo, Fugitivos, o La Herencia del viento, así como años después encarnó al cruel General Aldo en “Battle for the Planet of the Apes”. Jack Weston (también aparece como el escritor Julius Moomer en el episodio de la cuarta temporada "The Bard") da vida a Charlie con gran sentido de la paranoia, emitiendo desasoiego y zozobra de modo natural.
Spoiler:
Narración de cierre: "Las herramientas de conquista no necesariamente vienen con bombas y explosiones y consecuencias. Hay armas que son simplemente pensamientos, actitudes, prejuicios... que solo se encuentran en la mente de los hombres. Para el registro, los prejuicios pueden matar... y la sospecha puede destruir... y una búsqueda irreflexiva y asustada de un chivo expiatorio tiene sus propias consecuencias: para los niños y los niños aún no nacidos. Y la pena es que estas cosas no pueden limitarse a la Zona Crepuscular."
Al final resulta que todo lo que hemos visto es fruto de un experimento de unos extraterrestres, que juegan con un vecindario a su antojo, dividiéndolos y enfrentando unos a otros como si fueran ratones en un laberinto, los guían a su placer, aprovechando sus miedos.... (sigo en spoiler)
Narración de apertura: "Maple Street, Estados Unidos, a fines del verano. Un pequeño mundo arbolado de planeadores de porches, barbacoas, risas de niños y la campana de un vendedor de helados. Al sonido del rugido y el destello de la luz, serán exactamente las 6:43 PM en la calle Maple... Esta es la calle Maple un sábado por la tarde. Maple Street en el último momento tranquilo y reflexivo, antes de que llegaran los monstruos."
Tiene sus defectos que la hacen algo forzada. Primero es que toda la esquizofrenia arranca de modo chusco, me refiero a que la raíz está en las fantasías de un niño que lee historietas de extraterrestres, y los adultos toman esto como un argumento de peso sin nada que apoye estas fabulaciones infantiles, esto ya me chirría; Se supone que estos sucesos solo acontecen en una calle, o sea, que en la calle de al lado todo está bien, no tiene sentido este auto-aislamiento de esta calle. Tendría más sentido si esto sucediera en una isla o un pueblo por lo que sea incomunicado; Tampoco la escalada de paranoia colectiva me resulta gradual, en apenas unas horas se pasa de vecinos a hordas violentas sedientas de sangre. Serling pudo haberse trabajado esto mejor con elipsis más fluidas.
En el episodio se juega con la idea de un infiltrado, teniendo en este sentido similitudes con dos historias varias veces llevadas a la gran pantalla, como son “La Cosa” y “La invasión de los ultracuerpos”, además me recuerda a la gran película de Fritz Lang, “La furia” (1936), donde retrata a las hordas de ‘justicieros’. En 2009, TIME lo nombró uno de los diez mejores episodios de Twilight Zone.
Serling ofrece un minutaje en el que crítica como seres pacíficos pueden ante lo desconocido transformarse en atávicos justicieros, buscando enemigos a sus temores, y con ello ser los Monstruos del título. Donde las singularidades de cada vecino se convierten en indicio de ser un peligro para la comunidad. Aquí la dirección de Ronald Winston (primero de los tres episodios que realizó para la serie) es primordial para trasladarnos el estado de histeria colectiva, ello con planificación excelente enfocando al grupo como ente uniforme, sin personalidad definida, moviéndose como una sola persona aviesa, con una original toma en la que se ve a la horda a través de sus piernas avanzando cual ciempiés, el modo de filmar la larga calle cual camino hacia ninguna parte. Siendo brillante como rueda la escena del asesinato, con una edición sensacional de Bill Mosher, que emite desazón e intensidad electrizante, con esa calle oscura, ese sonido de andares, esa horda temerosa y al final el disparo.
El personaje de Steve Brand podría ser el alter ego de Rod Serling, el que intenta poner la cordura en medio de la escalada demencial, ello frente a Charlie Farnsworth, impulsor de las persecuciones y acosos, en función de sus prejuicios y miedos. Claude Atkins encarna al primero con mucha empatía y Don de liderazgo. Atkins (tuvo otra aparición en Twilight Zone, "The Little People" de la tercera temporada) también fue un actor ampliamente reconocido en la época de "Monsters", acumulando apariciones en películas históricas como Rio Bravo, Fugitivos, o La Herencia del viento, así como años después encarnó al cruel General Aldo en “Battle for the Planet of the Apes”. Jack Weston (también aparece como el escritor Julius Moomer en el episodio de la cuarta temporada "The Bard") da vida a Charlie con gran sentido de la paranoia, emitiendo desasoiego y zozobra de modo natural.
Spoiler:
Narración de cierre: "Las herramientas de conquista no necesariamente vienen con bombas y explosiones y consecuencias. Hay armas que son simplemente pensamientos, actitudes, prejuicios... que solo se encuentran en la mente de los hombres. Para el registro, los prejuicios pueden matar... y la sospecha puede destruir... y una búsqueda irreflexiva y asustada de un chivo expiatorio tiene sus propias consecuencias: para los niños y los niños aún no nacidos. Y la pena es que estas cosas no pueden limitarse a la Zona Crepuscular."
Al final resulta que todo lo que hemos visto es fruto de un experimento de unos extraterrestres, que juegan con un vecindario a su antojo, dividiéndolos y enfrentando unos a otros como si fueran ratones en un laberinto, los guían a su placer, aprovechando sus miedos.... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... Quizás epítomes del pérfido senador MCarthy jugando con la población estadounidense a tener miedo de lo que desconocían. Comentando que este defecto humano será aprovechado por ellos para conquistar la Tierra.
Serling tenía otro final en mente que no fue filmada para el episodio. En él, Serling demuestra la amenaza alienígena que aplica su método único de destrucción a escala global. Serling escribe: "Cuando salió el sol a la mañana siguiente, Maple Street estaba en silencio. La mayoría de las casas habían sido incendiadas. Había unos pocos cuerpos tendidos en las aceras y envueltos en las rejas del porche. Pero el silencio era total. Simplemente no había más vida. A las cuatro de la tarde ya no había más mundo, o al menos no era el tipo de mundo que había recibido esa mañana. Y para el miércoles de la semana siguiente, un nuevo grupo de residentes se había mudado a Maple Street".
Los alienígenas visten uniformes de la película de ciencia ficción Forbidden Planet de 1956. Además, el conjunto de maquetas de la escalera retráctil, que conduce a la mitad inferior del crucero C-57D de la misma película, se reutiliza para esta escena. Al final del episodio, se puede ver una toma de efectos de material de archivo del crucero en el espacio. (El mismo disparo también se usó en "Third from the Sun"). Esta técnica también se usó en "To Serve Man". El crucero se muestra al revés en comparación con su orientación en el Planeta Prohibido.
Hubo una nueva versión del episodio en 2003 para el renacimiento de 2002 de The Twilight Zone, pasó a llamarse "The Monsters Are On Maple Street". Serling recibió el crédito "Story By". Protagonizada por Andrew McCarthy y Titus Welliver. La diferencia entre los dos es que la nueva versión es más sobre el miedo al terrorismo. Cuando el aumento de terror ocurre en la nueva versión, es causado, no por extraterrestres, sino por el gobierno, específicamente el Ejército USA, experimentando cómo los pueblos pequeños reaccionan ante el miedo al terrorismo. Al final, el vecindario saca su enojo y frustración a una familia que nunca salió de su casa después de que se produjo el aumento de energía, pensando que lo causaron ya que todavía tienen electricidad.
Serling tocó varios temas que se usaron nuevamente en episodios posteriores, en particular la multitud enojada y sin sentido como representación de la ignorancia y el prejuicio que se esconde dentro de cada persona. La transformación de una persona o grupo de personas esencialmente convencional en ejemplos bárbaros de seres humanos es un tema que Serling ya había explorado en algunos de sus trabajos dramáticos durante la década de 1950 y que revisó en varios episodios de The Twilight Zone. Estos incluyen "The Gift", episodio de la tercera temporada en que un extraterrestre benevolente disfrazado de humano llega a un pequeño pueblo mexicano con un regalo para la humanidad. Los aldeanos asustados, que se han convertido en una muchedumbre enojada y sin sentido, confunden el regalo como un arma y deciden matar a su visitante y destruir su presente. El regalo, se descubre después, es una cura para el cáncer. En "The Shelter", otro episodio de la tercera temporada, Serling produjo una trama que es similar en muchos aspectos a este, cuenta la historia de una familia que se ve obligada a buscar protección en sus refugios caseros después de la radio que advierte que un ataque nuclear es inminente. Sus vecinos, ninguno de los cuales tiene un refugio, exigen que se les permita entrar. Pero solo hay suficientes suministros para una familia. Los vecinos eventualmente recurren a golpear la puerta del refugio con un ariete justo antes de que se revele que la amenaza previa de ataque nuclear era una falsa alarma.
Aun con sus defectillos, resulta una gran parábola sobre una sociedad siempre temerosa a lo que no puede entender. Fuerza y honor!!!
Serling tenía otro final en mente que no fue filmada para el episodio. En él, Serling demuestra la amenaza alienígena que aplica su método único de destrucción a escala global. Serling escribe: "Cuando salió el sol a la mañana siguiente, Maple Street estaba en silencio. La mayoría de las casas habían sido incendiadas. Había unos pocos cuerpos tendidos en las aceras y envueltos en las rejas del porche. Pero el silencio era total. Simplemente no había más vida. A las cuatro de la tarde ya no había más mundo, o al menos no era el tipo de mundo que había recibido esa mañana. Y para el miércoles de la semana siguiente, un nuevo grupo de residentes se había mudado a Maple Street".
Los alienígenas visten uniformes de la película de ciencia ficción Forbidden Planet de 1956. Además, el conjunto de maquetas de la escalera retráctil, que conduce a la mitad inferior del crucero C-57D de la misma película, se reutiliza para esta escena. Al final del episodio, se puede ver una toma de efectos de material de archivo del crucero en el espacio. (El mismo disparo también se usó en "Third from the Sun"). Esta técnica también se usó en "To Serve Man". El crucero se muestra al revés en comparación con su orientación en el Planeta Prohibido.
Hubo una nueva versión del episodio en 2003 para el renacimiento de 2002 de The Twilight Zone, pasó a llamarse "The Monsters Are On Maple Street". Serling recibió el crédito "Story By". Protagonizada por Andrew McCarthy y Titus Welliver. La diferencia entre los dos es que la nueva versión es más sobre el miedo al terrorismo. Cuando el aumento de terror ocurre en la nueva versión, es causado, no por extraterrestres, sino por el gobierno, específicamente el Ejército USA, experimentando cómo los pueblos pequeños reaccionan ante el miedo al terrorismo. Al final, el vecindario saca su enojo y frustración a una familia que nunca salió de su casa después de que se produjo el aumento de energía, pensando que lo causaron ya que todavía tienen electricidad.
Serling tocó varios temas que se usaron nuevamente en episodios posteriores, en particular la multitud enojada y sin sentido como representación de la ignorancia y el prejuicio que se esconde dentro de cada persona. La transformación de una persona o grupo de personas esencialmente convencional en ejemplos bárbaros de seres humanos es un tema que Serling ya había explorado en algunos de sus trabajos dramáticos durante la década de 1950 y que revisó en varios episodios de The Twilight Zone. Estos incluyen "The Gift", episodio de la tercera temporada en que un extraterrestre benevolente disfrazado de humano llega a un pequeño pueblo mexicano con un regalo para la humanidad. Los aldeanos asustados, que se han convertido en una muchedumbre enojada y sin sentido, confunden el regalo como un arma y deciden matar a su visitante y destruir su presente. El regalo, se descubre después, es una cura para el cáncer. En "The Shelter", otro episodio de la tercera temporada, Serling produjo una trama que es similar en muchos aspectos a este, cuenta la historia de una familia que se ve obligada a buscar protección en sus refugios caseros después de la radio que advierte que un ataque nuclear es inminente. Sus vecinos, ninguno de los cuales tiene un refugio, exigen que se les permita entrar. Pero solo hay suficientes suministros para una familia. Los vecinos eventualmente recurren a golpear la puerta del refugio con un ariete justo antes de que se revele que la amenaza previa de ataque nuclear era una falsa alarma.
Aun con sus defectillos, resulta una gran parábola sobre una sociedad siempre temerosa a lo que no puede entender. Fuerza y honor!!!