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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
7
Documental Paradise Lost narra la historia real del asesinato y tortura de tres niños en Robin Hood Hills, un pequeño pueblo de Arkansas. El horripilante asesinato parece tener connotaciones satánicas y conduce a juicio a tres muchachos "distintos"... (FILMAFFINITY)
9 de marzo de 2010
23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 5 de mayo de 1993 se encontraron en West Memphis, Arkansas, los cuerpos de tres niños salvajemente golpeados y mutilados.

Durante la investigación en el lugar del crimen, se empezó a especular sobre quien podría haber llevado a cabo una atrocidad sin parangón en la historia de aquel tranquilo pueblo norteamericano. Un oficial de libertad condicional llamó la atención sobre un chico llamado Damien Echols, cuyos sospechosísimos rasgos se resumían en que vestía camisetas de grupos de heavy y mostraba una personalidad huraña y poco comunicativa.

Por su cuenta y riesgo, la policía local decidió que tanto Echols como dos amigos suyos, Jessie Misskelley Junior y Jason Baldwin habían asesinado a los niños en el trascurso de un supuesto ritual satánico.

A partir de este punto y si se tiene interés en ver el documental "Paradise Lost: The Child Murders at Robin Hood Hills", recomiendo que no se busque en internet lo que sucedió durante la investigación y los juicios. ¿El motivo?

Bien, este documental de la HBO recoge el caso desde el descubrimiento de los cuerpos hasta la resolución en una progresión narrativa que revela la información tal y como debió de ser desgranada en su momento. Por lo que si no se conoce el caso de los Tres de Memphis, las dos horas y pico que dura el filme son, además de un retrato detallista y reflexivo sobre unos sucesos abominables, una interesantísima historia de intriga judicial y policial.

Está un poco lastrada por la parte testimonial, que es reiterativa en algunos tramos y le hubiera venido bien algún corte durante la parte de los juicios, pero aún así la propuesta resulta sólida y atractiva y propone una cruda reflexión sobre los peligros de la paranoia social ante aquellos que se muestran sólo un poco distintos al resto.

Mención aparte merece la banda sonora, que empieza con el "Sanitarium (Welcome Home)" de Metallica, nada menos y deja caer la extraordinaria "Orion" y la no menos acojonante "Call of Ktulu".

Y no se escucha, pero se siente palpable, la definitiva "...And justice for all"...
Neathara
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