Esperaba algo más de esta película por su ambientación y su historia, pero al final se me ha quedado un poco a medias, aunque tiene sus puntos interesantes.

Se trata de un thriller situado a principios del siglo XIX en una pequeña isla donde se están produciendo unos extraños asesinatos relacionados con la fábrica de papel que es principal medio de subsistencia del lugar.

El imperio envía a un detective-funcionario para que vaya investigando y éste al poco de llegar averigua los paralelismos del caso con una vieja historia que señala la posibilidad de una venganza de ultratumba.

Sin embargo surgen otras informaciones que hacen dudar de si el "fantasma" vengativo es en efecto un fantasma o una persona de carne y hueso.

La historia por tanto se mantiene ambigua hasta el final, construyendo una intriga compleja que hunde sus raíces en el pasado y en el presente y es suficientemente atractiva aunque a mi gusto le sobran escenas con ciertos personajes y subtramas que se plantan tan sólo para embarullar más la cosa e impedir que se sospeche la verdad antes de tiempo.

Las mejores virtudes de "Blood rain" son la puesta en escena, incluyendo la fotografía, la reconstrucción del pueblo y los vestuarios de los personajes que te meten realmente en la época y en el ambiente del lugar. Los asesinatos son lo más espectacular, con algunas escenas muy impactantes, incluso rozando el gore. Correctas interpretaciones, buena fotografía y una espléndida banda sonora para un producto de calidad al que le falló tener un guión más definido o un protagonista más carismático.