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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
3
Aventuras. Acción En tiempos de Nerón, el cónsul Marco Valerio regresa a Roma tras una exitosa campaña en las Galias... (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2018
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Terminando de ver “L'Incendio di Roma” (1965) de Guido Malatesta con Lang Jeffries, Cristina Gaioni, Moira Orfei, Mario Feliciani, Luciano Marin, Evi Maltagliati, Franco Fantasia, entre otros. Drama de acción y péplum italiano sobre un Centurión que regresa a “La Ciudad Eterna”, solo para encontrarse que tanto su madre como su prometida, están entre los cristianos destinados a convertirse en las antorchas humanas que provocarán “el incendio sobre Roma” del título. Hay que decir que durante la época del péplum, era costumbre construir un decorado para ser utilizado en varias películas a la vez para ahorrar costes; y aquí “la diferencia” la hace un guión increíblemente pobre, que solo consiste en asesinatos, torturas, orgías y apuestas, sin una línea narrativa firme, con una historia mala y protagonistas mediocres; donde lo único salvable es el decorado y el vestuario reciclado. Era sabido que el director de esta película tenía mala reputación, y a él se le encargaban los trabajos más rápidos para llenar espacio en las carteleras, y obtener dinero rápido; por ello, los efectos especiales dan pena, con el clímax del incendio usando una maqueta que en escenas cercanas se ve mucha gente corriendo, y en la panorámica no hay nadie en las calles… así como se escucha mucho el viento y a los personajes no se les mueve un pelo… otro detalle es que se nota el vapor que sale de la boca de los personajes cuando están hablando, lo cual indica que esas escenas fueron rodados en ambientes controlados. Del reparto, todos son estereotipos, donde el protagonista no cambia su gesto aun en situaciones preocupantes, como el destino de su madre; es un personaje de cartón, sin empatía ni talento; de la heroína, Cristina Gaioni, su caracterización cumple la estética del Studio 54, con peinado y laca excesiva de los 70s, que no tiene ni peso ni belleza como para deleitarse con ella, siendo más un florero insalvable. Los demás, presentan figuras históricas que “roban” fácilmente el espectáculo, y cumplen con el propósito del carácter, el cual es conmover por la línea predecible que tienen: Los paganos, Petronio, Séneca, Pedro y Pablo. Llama la atención las impresiones históricas, y la manipulación que hace el guión para atraer al espectador, como por ejemplo: Pedro habla sobre su negación e insta a su rebaño a devolver el bien por el mal, lo cual no es fácil de hacer en esos tiempos difíciles; mientras que Nerón se representa una vez más como un dictador, payaso afeminado y exagerado, que no le llega al barro de los pies del Nerón de Peter Ustinov; y del malo malísimo, es más un amante despechado con el protagonista que un villano con motivaciones. Lo que puede llegar a atrapar, como en todos estos filmes de género, es la fuerte atracción ética que se tiene, y el hecho de que tener principios es inmediatamente incomprendido como cristiano, que en ese momento, es una acusación punible con la muerte, y generalmente sin pruebas ni juicio, por lo que esa línea de acción, finalmente conduce al gran incendio de Roma, que tuvo aquí su título desperdiciado. Pero seamos sinceros, el péplum rara vez se atiene a la historia, y aquí se ven que las persecuciones contra cristianos comenzaron antes del Gran Incendio, que Nerón necesitaba chivos expiatorios para calmar las cosas entre la plebe, y que los cristianos eran ideales... De todos modos, Nerón no estaba en Roma cuando el fuego comenzó. En general, este es un drama de vestuario del Imperio Romano, nada más.
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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