Esta miniserie tiene a su favor el hecho de serlo, así que en sólo 8 episodios desarrolla una historia completa sin volver loco al espectador temporada tras temporada. Mantiene siempre su capacidad de entretener, a pesar de algunas carencias interpretativas y argumentales, e incluso contiene chispas de humor. Ideal para tardes de domingo lluviosas en las que a uno le apetece desconectar de sus problemas y pasar un buen rato frente al televisor.