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Voto de Rick el acomodador:
9
Bélico. Drama De vuelta en su hogar en Texas tras combatir en la guerra de Irak, un soldado se niega a volver al frente cuando sus mandos militares le obligan a ello. (FILMAFFINITY)
26 de agosto de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stop-Loss no es una película perfecta. Ni puñetera falta que le hace. Ya tendría mucho interés como film-denuncia. Personalmente desconocía el curioso y salvaje "Stop-Loss” del ejército USA. Tan salvaje como muchas otras letras pequeñas en muchos otros contratos indecentes. Tal vez falte un poco del punto de vista legitimista. Tal vez, tras el magníficamente bien rodado comienzo en combate, y una vez de regreso a casa, los conflictos de inadaptación se desencadenan demasiado pronto. El cliché puede resultar algo forzado, como si hubiese prisa en contar la historia. pero desde mi punto de vista, hasta ahí llegan los “peros”. ¡Si un "pero" es que la película podría haber aguantado bien un mayor metraje...!

Sumemos ahora las mejores interpretaciones hasta la fecha de cada uno de los protagonistas. Mención aparte para la pareja Ryan Phillippe & Abbie Cornish. Ambos habían llegado a alcanzar el nivel de eficaces comparsas en otras cintas. Aquí brillan por sí solos. Kimberly Peirce se enamora de ambos y filma con su complicidad los mejores planos de la película: en el apartamento de ella, mientras su novio duerme borracho en la trinchera que ha cavado en su jardín; en el bar, poniéndose de tequila hasta las trancas; en el motel, cuando su novio llega con uniforme de gala, recién casado con la guerra; en Nueva York; los planos finales de ambos. Son demasiado amigos para que haya tensión sexual entre ellos, pero la tensión llega a los que los vemos y alcanza a los que no ven. La secuencia con el soldado Rodriguez es el corazón de la película. En ella está todo.

Dura, feroz, descarnada, pero con tintes de cotidianidad en una sociedad que ha perdido el sistema de valores. La decisión final es cobarde y valiente a la vez. Tan controvertida como lo es el suicidio en sí mismo. Apetece mucho hablar de ese final. Es tan coherente con la historia. Es tan real. Tan creíble que da miedo. Deseas que la relación de la pareja fuera otra, para que la historia acabara en Canadá o en Méjico. Pero las cosas son lo que son, y todos sabemos que la vida no te da a elegir tantas cosas como nos dicen de pequeños.

¡Qué sociedad esta, la americana! ¿Mejor o peor tras el trágico 11S? Una sociedad tan jodidamente hipócrita como maravillosamente plural. ¿En qué país del mundo, cuyo ejército estuviera aplicando el stop-loss, se permitiría el rodaje y difusión de una película-denuncia como esta? Es lo que tienen estos yanquis.

La película hay que verla.
Rick el acomodador
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