Haz click aquí para copiar la URL
Voto de FATHER CAPRIO:
9
Aventuras. Acción. Drama. Romance Manikoora es una isla de los mares del Sur azotada desde siempre por los tifones, aunque hace años que no ha sufrido ninguno. Es una colonia francesa cuyo gobernador ejerce el poder al margen de de las tradiciones y costumbres de los nativos. Según una leyenda local, cuando la tiranía rebasa ciertos límites, los pájaros abandonan la isla y el mar ruge enfurecido. La relación amorosa entre dos nativos, Marama (Dorothy Lamour) y Terangi ... [+]
7 de agosto de 2008
22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Observo que esta película no ha sido comentada todavía por ninguno de los ilustres compañeros de marinerías de esta web. Y es una sorpresa, porque la película lo merece y me es muy grato poder recomendársela a todos los amantes del cine en general. Es cierto que se rodó en los años 30 donde los efectos especiales eran cosa de artesanos que previamente, cual Potter en formación, debían haber pasado por una escuela de brujería tipo Hogwarts, y que si hacer películas “normales” ya era difícil y costoso, rodar producciones innovadoras y atrevidas era una ruinosa locura.

Pero nadie contó con un productor como el famosísimo Samuel Goldwyn, con un director como Ford, un guionista como Dudley Nichols, un genio de los efectos como James Basevi quien en 1936 ya rodó el famoso terremoto en “San Francisco“, con un director asociado como Stuart Heisler (según Ford la verdadera fuerza conductora de todo el proyecto). ¿El resultado?: Para muchos críticos, la película pionera de aquellas producciones catastrofistas de los 70, tipo Terremoto ó El coloso en llamas, con una calidad insuperable para la época por lo que a FX-Efectos climatológicos y naturales se refiere, aunque a mi parecer, un poquito de color le hubiese venido de perlas a esos mares del Sur cuya belleza presumimos mas que constatamos.

Pero salvando las inevitables distancias técnicas entre películas de los 30 y de los 70, Hurricane es mucho más que una producción catastrofista y, en este sentido, supera a las más modernas antes citadas.Aquí hay una historia plenamente interesante, de injusticias e impiedades, de amores y de convivencias entre pueblos. Y esa historia, por si sola, sin aderezos trágicos, ya resultaba cautivante. El huracán es la guinda a un hermoso pastel de uno de los chefs de pastelería por excelencia como John Ford y con unos ingredientes de primerísima categoría. La interpretación de Thomas Mitchell es algo para recordar y enmarcar. Pero, el resto de actores dan la talla absolutamente. Vean sinó a Raymond Massey en el papel de gobernador de la isla. La música de Alfred Newman acompaña a la perfección y la batuta fordiana es el toque final de una obra semidesconocida pero magistral.

Aquellos films de los 70 eran supervivencia, pura y dura, resistencia a unos elementos exageradamente adversos. La vida, algo que, como el valor, se suponía. En Huracán sobre la isla, la vida no se supone, la vida existe y se palpa, la contemplamos, con sus alegrías y sus injusticias, con sus despedidas y sus regresos. De alguna forma el huracán, aún destrozándolo todo a su paso, viene a poner las cosas en su sitio. Viene a devolver la cordura en forma de troncos que el mar arrastra solitarios después del desastre.
FATHER CAPRIO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow