Nadie se piensa que este tipo de productos sean innovadores, pero en este caso la película cumple a rajatabla todos los clichés posibles del género de comedia romántica.

Cuando a Kate (no Katie) le endosan una cita a ciegas solo quiere que todo termine lo más rápido posible. Pero como no puede ser de otra manera, se verá obligada a repetir dicho día hasta que todo se arregle.

Lo poco que destaco para bien es la interpretación de Amy Smart, que cambia los registros de manera aceptable, y que cuando sonríe llena la pantalla. El resto de aspectos es predecible y simplón. Destacar para mal las transiciones entre los días repetidos, siendo una peli de 2011 parecen hechos en los 90