Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Pedro:
7
Bélico. Aventuras. Acción. Drama China, finales de la Dinastía Han (208 d.C.). Tras una larga guerra civil, el temible Primer Ministro Cao Cao consigue que el veleidoso Emperador Han le declare la guerra a los reinos de Xu y Wu con el fin de unificar China. Su ejército ataca y derrota al recién creado Reino de Xu, gobernado por el benevolente Liu Bei. Los ciudadanos de Xu huyen bajo la protección de las tropas de Liu Bei y de sus dos generales de mayor rango (y ... [+]
18 de marzo de 2010
43 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apabullante despliegue de medios para esta superproducción china. Que esta película fuera un fiasco no tendría perdón. Desde una partitura de emoción y calado, sonido elaborado espectacularmente, efectos especiales digitales pero que se amoldan con naturalidad a las localizaciones, hasta una fotografía que resulta un alivio al mostrarnos decenas de escenas de acción sin el hoy tan de moda mareante vaivén de la cámara.

El por otra parte realizador de irregular carrera cinematográfica John Woo coloca el objetivo donde debe estar y nos obsequia con planos medidos e incluso sorprendentes; usando una cámara estable, ya sea fija o en movimiento -en dolly, grúa o con bellos planos aéreos-, que aprovecha en las escenas de las peleas el propio desplazamiento de los personajes en lugar de dar botes tras ellos. Cosa que revela además una muy estudiada planificación de escena, coreografiada al milímetro, con personajes principales y extras en el sitio apropiado en el momento apropiado, para facilitar el encuadre óptimo. Mérito mayor si cabe en las secuencias de multitudes donde se muestra cómo evolucionan los ejércitos.

Si la técnica es destacable, no se queda atrás la estructura narrativa -a pesar de ser una versión recortada para su proyección internacional que aúna en realidad dos largometrajes-. La fluidez y la alternancia entre acción, diálogos, y planos que muestran lo hermoso del entorno o se detienen en los detalles de los rostros, hacen que no decaiga el interés a pesar de las dos horas y media.

Asistimos sobre todo a un argumento donde se conjuntan los valores tradicionales de la épica China en tiempos de la dinastía Han, con el espíritu que une la naturaleza y la batalla, convirtiendo la estrategia de la guerra y la astucia en uno de los principales alicientes. De este modo no sólo vemos un enfrentamiento armado entre dos facciones sino un enfrentamiento de inteligencias donde las flechas, la dirección del viento, una paloma, el sol, o incluso el secreto de una taza de té pueden ser vitales para el desenlace.

No obstante, contradictoriamente con una película que se supone de acción, se echan de menos más instantes de calma. Quizás cuestión de gustos, pero tantos minutos de deslumbramiento pueden terminar saturando. Puede que la culpa esté en que el metraje sustraído para esta versión hubiese dado precisamente las pausas necesarias para desarrollar más el interior de los personajes y menos lo que hacen.

En cualquier caso, aunque algo tergiversada y bastante simplificada, se respira la esencia legendaria de los Tres Reinos, inmortalizada en la novela histórica escrita en el siglo XIV por Luo Guanzhong. Y con esa esencia nos queda el origen de muchos proverbios en forma de vuelo de paloma, hierbas del té, nubes, fuego, niebla, sangre o viento, o tal vez de potrillo que Zhuge Liang se lleva mientras desaparece sobre los prados mecidos por el aire dejando atrás las montañosas formaciones verdes al otro lado del río Yangtsé.
Pedro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow