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Voto de mi_mo_ca:
6
14 de enero de 2020
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película retrata la obsesión de un admirador por una actriz, este lleva siendo un fan mucho tiempo y ha creado una vida ilusoria paralela a la realidad mediocre de la que trata de escapar, y debido a su condición mental, va por un camino que puede desembocar en violencia.
Esta obsesión comienza en su infancia viendo las películas de una gran actriz, siguiendo sus entrevistas, recortando sus fotos, y rellenando los huecos de una personalidad que desconoce con su imaginación hasta que realmente cree conocerla, amarla, e incluso que ella le corresponde.
Poco a poco, va escribiéndole cartas, acechando en los lugares a los que va, y comienza a ser violento con aquellos que cree que se interponen entre ambos, no siendo capaz de ver la realidad y viviendo en su propia ilusión.
Cuenta con buenas interpretaciones, Lauren Bacall haciendo prácticamente de sí misma como leyenda del cine y Michael Biehn mostrando muy bien esa obsesión fanatica, dando vida a un psicopata convincente.
P.d. La escena en la que Lauren Bacall canta no sé si era necesaria, pero deja claro el porqué es la única escena en la que canta en toda su gran carrera como actriz.
Esta obsesión comienza en su infancia viendo las películas de una gran actriz, siguiendo sus entrevistas, recortando sus fotos, y rellenando los huecos de una personalidad que desconoce con su imaginación hasta que realmente cree conocerla, amarla, e incluso que ella le corresponde.
Poco a poco, va escribiéndole cartas, acechando en los lugares a los que va, y comienza a ser violento con aquellos que cree que se interponen entre ambos, no siendo capaz de ver la realidad y viviendo en su propia ilusión.
Cuenta con buenas interpretaciones, Lauren Bacall haciendo prácticamente de sí misma como leyenda del cine y Michael Biehn mostrando muy bien esa obsesión fanatica, dando vida a un psicopata convincente.
P.d. La escena en la que Lauren Bacall canta no sé si era necesaria, pero deja claro el porqué es la única escena en la que canta en toda su gran carrera como actriz.