Lo bueno

Es una película de aventuras a la vieja escuela (posiblemente más nostálgicas para los millenials ochenteros).Muy simple en su forma y arco narrativo, el filme nos deja grandes momentos, y es sumamente divertida, casi qué diría que es parte de esas extrañas películas que disfrutan por igual niños y adultos.

Sus dos personajes son maravillosos, bien construidos y con una química en escena realmente divertida, que se puede decir del trabajo de Sean Connery como la voz del mismísimo Dragón y Dennis Quaid como uno de los caballeros más correctos que recuerdo.

Su mitología sin ser compleja me parece que se salva, ese enfoque mágico sacrosanto hacia la figura del dragón, el buen estereotipo en este caso de lo que debe significar ser caballero con todo y un código, y por su puesto el cliché del Rey malvado y abusivo. Ciertamente estas son cosas que ya hemos visto muchas veces, pero aquí en este filme tienen una sintonía correcta y no se sienten metidas a fuerza.

Sobretodo creo que el filme combina bien géneros como la acción, drama, fantástico y comedia. Y sí la comedia funciona muy bien. Se pasa un rato muy agradable.

La banda sonora es una genialidad completa.

Rob Cohen no es buen director, pero se agradece que este filme no esté en sus peores días.

Draco es un personaje inolvidable.

Lo no tan bueno

Lo que en esos años eran una revolución en los efectos especiales, ahora se siente un poco descontinuado sin llegar a ser fatal pero es posible que nuevas generaciones se mofen de eso.

En su simpleza que es lo mejor, tal vez falto más riesgo y emoción en el desenlace.

Opinión Final: Tal vez soy muy nostálgico y permisivo con este filme, me genera mucho cariño y la disfruto enormemente. Fuera de eso e independientemente de mi subjetividad creo que todavía hoy el filme sigue funcionando increiblmente bien, es de esas pelis para sentar y decir “hijo o hija vamos a ver al Dragón más honesto y simpático que el cine haya dado”, aún más que el adorable Chimuelo.